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Dedicada a ElizButterfly

-Kanato, deja de correr-gritaba un pequeño pelirrojo de largo cabello

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-Kanato, deja de correr-gritaba un pequeño pelirrojo de largo cabello.

-No, teddy y yo queremos jugar en la habitación de Madre-dijo el de pelo lila yendo a la alcoba de Cordelia.-Allí hay cosas lindas, que tal vez nos regale como a Teddy.

Los trillizos entraron a jugar en ese lugar, cual los niños que eran, saltando sobre la cama y usando sus perfumes y joyas.

-Teddy se ve muy lindo con esto-dijo Kanato poniéndole una bufanda rosada.

-Y Ayato también se ve guapo con ésta-el pelirrojo se colocó una pañoleta en el cuello.

-Yo quiero ese sombrero-el mayor de los tres trataba de bajarlo de un perchero dentro del vestidor.

Unos pasos se escucharon, y no solo era el andar de su madre, ella venía acompañado.

Raito seguía intentando bajar el sombrero, mientras que sus hermanos, salieron corriendo al oír llegar a su madre, cerrando a su paso la puerta del closet.

La mujer entró a la habitación besándose con otro hombre que no era el padre de los niños.

La mujer tumbó a su amante en la cama mientras le llenaba de besos.

El niño se dio cuenta de quien ahora se encontraba en ese cuarto, no eran sus hermanos.

Se asomó por una rendija, y vio una desagradable escena.

Pero la puerta hizo un crujido, el cual, ambos adultos oyeron. Miraron hacia aquel lugar, pues aún les quedaba algo de conciencia, y unos brillantes ojos verdes les observaban con sentimientos cruzados, ese niño simplemente estaba en shock.

Cordelia se levantó de la cama con el vestido mal puesto y abrió la puerta del vestidor por completo.

-¿Que haces allí, pequeño travieso?-dijo ella acariciando su infantil rostro.

Tomó el sombrero del perchero y lo puso en la cabeza del niño.

-Ahora sal de aquí, y no le cuentes a nadie lo que viste, en especial a tu padre-la mujer depositó un beso en la nariz del niño.

¿Que mente podía pensar que con un obsequio, esas imágenes se borrarían de la mente de un niño?

Mientras tanto, en otra parte de la mansión el mayordomo llegaba acompañado de una personita, de las cuales, nunca se habían visto en ese lugar.

-Amo, ella es mi pequeña hija-explicó a KarlHeinz -Su madre está muy enferma, ¿podría quedarse aquí?

-¿Como te llamas?-preguntó el vampiro poniéndose al nivel de la niña.

-Soy Ana, mi papá me dijo que tu tienes hijos de mi edad con quienes puedo jugar.

-Claro-sonrió dulcemente -Anda, ve a buscarles al jardín.

La pequeña castaña salió corriendo, mientras su rizado cabello se movía con el aire.

-Lo siento, Señor, trataré de que no cause problemas -se excusó el padre.

-No te preocupes, es solo su alegría infantil, y hace mucha falta en este lugar.

-¡Hola!-ella había encontrado a dos niños y a un oso, sentados tristes en el pasto.-Soy Anita, ¿Y ustedes?¿Por qué están así?

-Yo soy Kanato, y Teddy piensa que algo malo le va a pasar a Raito-dijo el pelilila.

-Yo soy Ayato, y es que, mi otro hermano va a ser regañado.

El pequeño que ahora portaba un sombrero, llegó al lugar con esa mirada aún.

La pequeña le dio un abrazo fuerte a Raito -Yo soy Anita, y espero que tu mamá no te halla hecho nada.

Lost innocence • Raito Sakamaki #BloodyClanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora