Laito lloraba al principio.
Laito odiaba que ella estuviera cerca.
Laito se acostumbró a eso.
Laito encontró a alguien que curaría sus heridas.
Laito perdió a esa persona.
¿Acaso volverá a ser feliz alguna vez?
♥ Trama original, por favor usa tu pro...
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Anita se despertó muy temprano ese día, se puso su vestido favorito, uno color blanco con flores en la cintura y su pequeño sombrero que tenía flores a juego con el vestido.
-Anita, ¿Por qué te pusiste este vestido?-dijo su padre mientras ataba las cintas de su vestido.
-Porque hoy es un día especial-respondió la pequeña-Bueno, mañana y pasado también.
-¿A si? ¿Y a que se debe?
-Es el cumpleaños de mos amigos. ¿Su mami no te dijo que hicieras un pastel?
-No, pero podemos hacerlo juntos, ¿Te parece bien?- ella asintió- Pero tienes que estar bien portada.
El hombre y su hija se dirigieron a la cocina de la mansión. Allí el hombre sacó los ingredientes para preparar el pastel.
-Pero papi, tienen que ser tres, son para los trillizos-Anita sacó otra bolsa de harina.-Y también necesitaremos más ayuda.
Ella salió corriendo hasta donde estaba un pequeño de lentes.
-¡Reiji!-le quitó el libro que tenía en la mano, a lo que él frunció el ceño-¡Se solicita tu ayuda en la cocina!
-¿De nuevo rompiste las cosas de tu papá?-dijo él parándose rápidamente.
-No, tranquilo. Tienes que ayudar a hacer el pastel de tus hermanitos.-dijo como un susurro-Pero es secreto.
Los dos volvieron a la cocina donde el mayordomo batía la masa.
-Volví con ayuda~-Anita se recargó en una bolsa de harina y se rompió tirando su contenido por doquier.
Reiji y su padre se dieron una palmada en la frente a la vez. El niño se puso a barrer inmediatamente.
-Anita, mejor ayuda a limpiar-dijo el hombre-Yo Reiji haremos el pastel....
-Los pasteles-aclaró ella.
-Bueno, nosotros haremos los pasteles.
-Pero...
-Pero nada señorita.
Después de un rato, los pasteles salieron del horno.
-¡Ahora tenemos que ir a dárselos!-Anita tomó uno de los pasteles y jaló a Reiji de la mano, para ir con los niños.
Reiji tomó otro de los pasteles y el mayordomo otro.
Anita les llevó hasta donde Se suponía estarían los trillizos, pero al abrir la puerta, sólo estaba Cordelia sentada en las piernas de un hombre desconocido, sin embargo no le importó a ella.
-Niños, vayan a buscar a los otros niños-pidió el hombre cerrando la puerta.-Yo iré a buscar a los trillizos.
Reiji fue por Shu y Anita fue por Subaru.
Subaru estaba sentado en el suelo frente a la torre de su madre.
-¡Subarín!-Anita le abrazó por la espalda.·Tenemos que ir a la fiesta, parate.
-No quiero...-se cruzó de brazos, pero Anita le jaló de su abrigo.-Si no, no te presto a Samy.
En el jardín les esperaban tres niños en la mesa, frente a sus pasteles.
La niña soltó a Subaru y corrió a abrazar a Raito.
-¡Feliz Cumpleaños!- Gritó como una pequeña loquilla.
Todos disfrutaron de esos pasteles, y esos pequeños pudieron sonreír un rato, incluso el padre de los niños llegó y disfrutó de un trozo de pasteles y Anita llenó de coronas de flores a todos.
