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—¿Tengo algo en la cara? ¿Qué mierda ves? —Jimin frunció el ceño con una expresión agria al notar que lo miraba estático.

—¿Quién te hizo eso? Quiero darle un gran abrazo e invitarlo a cenar —Me apresuré a hablar al notar que hizo el ademán de continuar caminando.

—Já... —Él sonrió —No es necesario, después de todo ese fue el maldito hijo de perra de Taehyung.

—¿Qué? —Dí un paso hacia adelante dividiendome entre la curiosidad y la sorpresa.

—¿De qué te sorprendes? Su maldito hermano endemoniado llegó a interrogarme meses atrás y ahora llega él a tocarme la puerta y darme un puñetazo antes de maldecirme e irse siendo arrastrado por otro tipo mega musculoso y un tipo pecoso —Jimin se quitó la capucha dejando que la luz permitiera ver mejor el moretón que se extendía por su ojo casi terminando en su pómulo, viéndolo así. No pude evitar soltar una risa.

—Malditos psicópatas de mierda. Eres experto en meterte donde no te llaman, ¿eh? Sé qué gracias a ti Yoongi se enteró de tod... —Estrellé mi nudillo con fuerza sobre su pómulo lastimado interrumpiendolo.

—Pudrete —Escupí, apretando la mandíbula al sentir mi mano palpitar de dolor, traté de disimular las lágrimas que se colaron debido al dolor, pasándome el brazo por los ojos. Se veía más fácil en las películas.

—Bien, bien, me lo merezco —Jimin se tocó el pómulo magullado con una mueca, aunque parecía no haberle dolido mucho —Solo vine aquí porque tenía curiosidad, lo último que quiero es encontrarme con Yoongi. Admito que fui ambicioso.

—¿Ambicioso? —Apreté mis puños entrecerrando los ojos —Le hiciste mucho daño mintiendole de esa manera. ¿¡Y te atreves a decir que fuiste ambicioso!?

—Relaja esos malditos puños que no dudaré en devolverte el golpe esta vez —El castaño me lanzó una mala mirada —Bien, fui un maldito hijo de perra, me gustaba el tipo rico y el universitario. Uno me daba lo que otro no, el ying yang —Él sonrió, pude notar como sus ojos se oscurecieron.

—Eres una maldita cáscara vacía —Solté con desagrado.

—Ahh, ¿y tú? Recuperaste la voz bastante rápido, pudiste haber escapado antes pero no lo hiciste, ni siquiera trataste de volver a contactar a tu mejor amigo aunque él se estaba muriendo de la desesperación, solo por seguir en tu maldito castillo de mentiras con una familia y dinero. Rata con suerte —Respiré hondo al sentir como la rabia y fuerza desaparecía de mi cuerpo, no pude evitar clavar la vista en el suelo al escuchar sus palabras —Incluso ahora, cuando Taehyung se la pasa bomba con su estado lamentable volviéndose loco de la culpabilidad tu no haces nada más que ignorar y avanzar con tu vida como si nada hubiese pasado. Al final de todo, ¿tú eres el único que importa y todos los que demás son solo personajes secundarios, eh?

—¿Q-qué? —Alcé la vista sintiendo mis ojos empañarse al sentir una opresión en mi pecho.

—¿Qué? ¿Crees que tus acciones no tuvieron consecuencias? Las personas son como huracanes, pasando por la vida dejando caos y devastación a su paso sin pensar en nada más que en el daño propio. Si nos diéramos cuenta de la cadena interminable de consecuencias que conlleva una sola acción hacia una persona... —Un escalofrío me recorrió las columna al notar las comisuras de los labios de Jimin inclinarse hacia arriba en una sonrisa arrogante —Sigue con tu vida, yo seguiré con la mía aunque hayamos dejado caos en otras personas tal vez no intencionalmente. No somos tan diferentes. No esperes que él llegue a ti. Al menos tú no la cagaste intencionalmente...

—¡Cucaracha roja! —La voz de Mark sonó a lo lejos, el peliazul se encontraba corriendo con el rostro rojo, detrás de él se podía ver a un cachorro blanco peludo el cuál le perseguía.

Strange | Vhope Donde viven las historias. Descúbrelo ahora