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—¿Quién diablos es él? ¡Y deja de reírte como foca con tuberculosis, Han Jisung! ¡Yo no te crié así! —Y lo imposible se volvió posible, Jisung detuvo su risa inmediatamente, adoptando una compostura anormalmente normal en él.

Un escalofrío me recorrió la columna, ¿qué clase de persona era ese tipo como para enderezar a Jisung de esa manera? Dudaba qué alguien como Jisung respetara siquiera a sus propios progenitores.

—Él es... —Para mí horror digo sorpresa, Taehyung tomó la palabra con vacilación —Yo...

Mi corazón dió un vuelco cuando nuestros ojos se encontraron, dorado vacío contra marrón popó de pollo. Me sentía como un personaje de alguna clase de novela barata donde los personajes no se besaban hasta el capítulo trece, sin embargo, esta era la vida real. Y de todas las cosas que pude ser en este mundo, yo mismo elegí ser la burla, así que decidí sacar valor del mismo lugar de donde Minho sacaba su amplio vocabulario de maldiciones y hablé.

—¿Podemos hacer de lo nuestro en un lugar aparte? —Mi plan original era hablar con seguridad y decisión, en mi mente sonaba malditamente genial, sin embargo, como siempre. Mi cerebro de pollo me traicionó y mi pensamiento se desvío —¡Quiero decir, hablar! ¡Carajo, era hablar! ¡Mierda... Qué vergüenza!

Pude ver por el rabillo del ojo a Heesung tapándose la cara con su tableta, sí, ni yo mismo podría verme a la cara en estos momentos.

—Oigan, contexto, plis —El anciano carraspateó, pude sentir mis orejas y mejillas empezar a calentarse, sintiendo los ojos de todos sobre mi, sin embargo, en la única mirada en la que estaba enfocado, era en la de confusión y shock de Taehyung.

Abrí y cerré la boca repetidas veces sin saber que decir con exactitud, dejando un silencio en el lugar, incluso las risas silenciosas de Jisung se habían detenido, el maldito hijo de su bendita madre había empezado a grabar recostado a Heesung para tener un mejor ángulo. Sin embargo, el sonido de unos pequeños pasos acercarse desde la oficina de Taehyung acercándose a la puerta, de la cuál todos estábamos de pie frente a ella mirándonos entre sí como idiotas.

—Hablemos en otro lugar —Taehyung farfulló tomando mi muñeca y arrastrándome a la velocidad de la luz por el pasillo afortunadamente desierto de su oficina, deteniéndose frente a dos puertas de madera oscuras, las cuáles abrió y cerró detrás de nosotros. Estaba tratando de evitar que Jeongin me viera.

Dividido entre el entendimiento y la perplejidad, observé la habitación donde estábamos, era una sala de reuniones mediana, frente a nosotros había una mesa alargada oscura y varias sillas acomodadas allí, el blanco hueso de las paredes le daba al lugar un aspecto bastante sombrío y serio siendo su única iluminación los grandes ventanales que daban al cielo y a la calle concurrida, el lugar estaba vacío, afortunadamente.

—¿Jisung te trajo, cierto? —Sorprendentemente, Taehyung fue el primero en hablar luego de un par de minutos de un pesado e incómodo silencio.

—Uhm, sí, pero no te molestes con él, por favor, él solo me estaba ayudando —Me apresuré a responder —Yo solo quería aclarar las cosas entre nosotros.

—¿Qué quieres aclarar? Creo que yo era el único que le faltaba entender... Todo esto —Él sonrió con amargura —Yo soy él que debo de disculparme, nada de esto hubiese empezado si no fuera por mi y mis estúpidos problemas. Sin embargo, fui lo suficientemente cobarde como para querer alejarme y nunca querer volverte a ver para que ya no pasaras por más problemas por mi causa.

—Yo también debo disculparme, ambos hicimos mal, yo era él que sabía todo a fin de cuentas. Pude haber dicho algo cuando tuve la oportunidad, sin embargo no lo hice, fui egoísta, dejé que mis propios deseos y sentimientos se interpusieran entre la verdad, sabía internamente que ese no era mi lugar. Qué ese no era mi hogar, qué ustedes no eran mi familia —Tomé aire entrecortadamente al sentir mis ojos empañarse —Pero aún así lo quería y no quise pensar en lo que sentirían ustedes cuando todo saliera a la luz, entré demasiado en sus vidas... Y ustedes en la mía.

Strange | Vhope Donde viven las historias. Descúbrelo ahora