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Para mi suerte, pude subir al último tren que salía esa noche-madrugada. Mi único objetivo por el momento era llegar lo más rápido posible a mi casa y ver qué tal estaba mi madre sintiendo los nervios y ansias hormiguear por todo mi cuerpo.

Cuando ingresé al vagón del tren medianamente lleno para mi sorpresa pude observar que había un asiento desocupado. Al lado había un omega puede que un par de años mayor de apariencia refinada. Lucía ropa de marcas que probablemente no podía nunca siquiera tocar, su cabello rojo cereza delicadamente ordenado hacían lucir al chico realmente atractivo pero su aroma era algo extraño. Era una mezcla entre vino de uva dulce, pero añejo lo que arruinaba de alguna manera su buena apariencia, aparte de su mueca de repugnancia al estar sentado allí. Probablemente el no estaba acostumbrado a viajar de esa manera.

A su lado iba un niño de cabello castaño claro, no parecía tener más de 4 años. El niño tenía cierto parecido con el omega pero sus facciones eran algo más diferentes; como el pequeño lunar en su nariz y sus ojos miel. Su rostro parecía estar decaído, tenía algunas lágrimas secas en sus mejillas pero el omega ni se inmutaba ante la tristeza de su cachorro ya que parecía estar más ocupado despotricando sobre a su alrededor hablando por teléfono.

Me senté en al asiento mirando le ventana tratando de ignorar la presencia de los dos. Estaba algo preocupado por el niño pero no podía meterme en asuntos ajenos y mucho menos de desconocidos del tren.

-Demonios, cuando llegue allá me aseguraré de que esos incompetentes sean despedidos ¡No pienso quedarme quieto ante tal humillación de viajar en este cacharro lleno de personas apestosas teniendo mi avión privado!- El omega exclamó, sus gritos me recordaban a un chihuahua rabioso.

El niño pareció asustarse por el grito de su padre ya que empezó a llorar ruidosamente haciéndome voltearme inmediatamente para mirarlo.

-¡Jeongin! Maldito niño revoltoso cállate de una vez- El omega apartó el teléfono de su oreja para gritarle y posteriormente lanzarle una mirada mordaz al niño quien empezó a sollozar temeroso.

-¿Qué carajo ves? Metete en tus asuntos.

Aparté mi mirada rápidamente tratando de desviar mi atención.

-Debo ir al baño cariño, te llamo después- Él omega se levantó de su asiento despidiéndose de con quien hablaba y se encaminó al baño sin dirigirle segundas miradas a su hijo.

Minutos después luego de que el omega se fue el tren empezó a sacudirse. Primero levemente pero poco después violentamente golpeado a algunas personas. No venía nadie del cuarto de control y por las ventanas no se podía ver absolutamente nada cosa que me hizo alarmarme a igual que las demás personas.

Un tipo se dirigió corriendo fuera de nuestro vagón sin intenciones claras pero poco después de algunas personas lo siguieron. El niño volvió a llorar esta vez con más fuerza tratando de buscar a su padre con la mirada entre las personas las cuales se habían levantado de sus asientos agarrándose de alguna pared para no tropezarse.

Me acerqué rápidamente al niño tratando de no golpearme por los movimientos violentos del tren hasta que pude tomarlo entre mis brazos abrazandolo con fuerza poniendo mi cuerpo sobre el suyo a modo de protección.

El niño pareció relajarse un poco pero seguía tembloroso entre mis brazos hasta que de pronto las luces del vagón se apagaron haciéndolo encogerse entre mis brazos algo húmedos debido a sus lágrimas. Podía sentir mi corazón martilleando contra mi pecho debido al terror, no quería morir y mucho menos dejar a este niño indefenso.

Lo último que puedo recordar son los gritos de muchas personas y el violento movimiento del tren siendo impactado contra algo. Luego un fuerte dolor en cada extremidad de mi cuerpo y oscuridad absoluta.



Nata130613 se encargó de este capítulo y yo solo pulí algunos detalles.
Los capítulos pueden variar con su longitud pero se podría decir que esto es lo mínimo.

Gracias por leer.

Strange | Vhope Donde viven las historias. Descúbrelo ahora