La caida de mi castillo en el aire

469 47 38
                                    

Capitulo 64

Anne aprovecho la noche del sábado para realizar su maniobra, hace poco en la escuela habían comenzado a imprimir "La Gaceta de Avonlea" que era como un periódico para el pueblo. La señorita Stacy había logrado conseguir una máquina de imprenta para relizar los trabajos más rápidamente, todos estaban emocionados por el nuevo artefacto y todos ayudaban a la impresión del periódico que entregaban todos los domingos. Hasta ese día el diario de Avonlea era algo que los pueblerinos esperaban ansiosos pero después de esa noche no volverían a verlo de la misma manera ni al periódico ni a Anne.

Eran aproximadamente la 1 de la mañana y la pelirroja salió de la cama y se vistió despacio intentando hacer el menor ruido posible. Tomo su lámpara y salió de la habitación, cuando estuvo fuera de la casa se dirigió a la escuela. El bosque le pareció un poco tenebroso al cruzarlo pero fue valiente, pensaba que la única solución al problema de Diana sería esa. Escribir un artículo informativo sobre lo que había ocurrido y por qué estaba mal, en fin defender la integridad física y emocional de su querida amiga y ahora enamorada por supuesto, aunque aún estaba confundida por la actitud de Diana últimamente, pensó que podria ser simplemente el tema de Fred Wright la que la tenía de esa manera.

Al llegar a la escuela se escabulló por una de las ventanas que siempre quedaba mal cerrada, Anne agradeció la poca atención que le daban a esa edificación de parte de la alcaldía en ese momento porque si alguien hubiera ido a repararla ella no habría podido entrar de otra manera.

Caminó hasta el lugar en donde se encontraba la máquina y comenzó a trabajar. Se concentró tanto que cuando se dio cuenta ya habían pasado un par de horas, para ese entonces ya había impreso una buena cantidad de periódicos y creyo que sería suficiente.
Acomodó todo como estaba y con sus manos un poco sucias llevo los periódicos a la entrada de la iglesia que es donde los depositaban cada domingo para que los habitantes de Avonlea tuvieran fácil acceso a el, coloco una piedra encima para evitar que se pudieran ir volando y finalmente salió del lugar corriendo y volvió a Green Gables, rezandole al cielo que Marilla no estuviera despierta.
Al entrar lavó sus manos y subió las escaleras lo más despacio que pudo mientras sostenía su lámpara en la mano pero aún así fue descubierta, iba por el pasillo que conducía a su habitación cuando una voz la detuvo.

- ¡Anne!

Quedó paralizada por un momento pero al final solo se volteó lentamente.

- Son las 4 de la mañana ¿qué estás haciendo, donde has estado? -dijo muy desorientada Marilla, quien al parecer se levantó al oirla entrar-

- Perdóname Marilla pero debíamos tener el diario listo para el servicio del domingo y quería hacer algunos cambios- respondió Anne rápidamente- Tenía que ayudar a mis compañeros... tenemos la dura responsabilidad de informar a la comunidad de todo lo que sucede - agregó finalmente esperando no ser descubierta mintiendo-

- La próxima vez trata de cubrir tu responsabilidad con la comunidad antes del anochecer -dijo Marilla severamente-

- Lo haré

- Estuve inquieta toda la noche, vete a la cama y mañana no vayas a la iglesia no quiero que te enfermes -dijo preocupada-

- Puedo prometer que no fue una de mis aventuras alocadas, era algo que realmente debía hacer, lo siento Marilla y gracias. Iré a mi cama ahora

Marilla asintió y luego se dio vuelta para entrar nuevamente a su habitación. Anne suspiró aliviada al verse salvada de un buen regaño.
Entró a su habitación, se lanzó a la cama pensando en que eso libraria a Diana de sus penas de una vez por todas.

*Al día siguiente*

Marilla y Matthew fueron los únicos Cuthbert que llegaron a la iglesia la mañana del domingo. En la entrada de la misma se encontraba una pila de periódicos que a medida iban llegando los ciudadanos la pila se hacía más y mas pequeña.
Marilla tomo uno y ojeo por encima las páginas encontrandose el artículo que Anne había escrito titulado "¿Qué es justo?" Marilla sonrió graciosamente y entró a la iglesia junto a Matthew, se sentaron y al instante la señora Lynde la abordó para hacer un comentario sobre lo escrito por Anne que dicho sea de paso no había leído aún.

I Swear [Dianne: Anne x Diana] [From anne with an e]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora