Si fuera cierto

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Capítulo 25

Llegué a Green Gables y la casa estaba vacía, luego recordé que Marilla y Matthew habían ido a casa de Gilbert a ayudarlo.

Entré y caminé hasta la sala, mis pies se sentían tan pesados, me puse delante de la ventana y me quedé observando la vista. Sentía una angustia tremenda la cual no lograba alivianar, recordaba la forma en que Diana me había hablado, ella fue muy dura y eso hizo que mi corazón se estrujara, sabía que estaba enojada conmigo, ella quería proteger a Ruby lo más que se pudiera. Era obvio.

Pero yo quería engañarme aunque ni si quiera pudiera creerlo, quería pensar que Diana estaba enojada porque en algún lado de su corazón algo le decía que quizás sentía aunque sea un minimo sentimiento de amor por mi.

Pero no amor amistoso... sino amor, ese amor que te hace querer besar a alguien en la boca porque ya no sabes como contenerlo más en tu cuerpo.
Yo sabía que Diana me amaba pero solo como su amiga y quería que ella me amase... que me amase de verdad.

Suspiré y tragué saliva al tener ese deseo tan impregnado en la cabeza y en el corazón. Al instante comenzaron a caerme lágrimas, que se deslizaban tan fácilmente por mis mejillas.

¡Por Dios! como puede ser que una sola persona me hiciera sentir esto tan grande. Como podía ser que cada vez que pensaba en Diana mi corazón saltaba de alegría y mis ojos se llenaban de luces. ¿Como podía ser posible?

No quería sentir esto por Diana, no quería estar enamorada de ella, o mejor dicho no podía estar enamorada de ella. Nadie se enamora de su mejor amiga... nadie se enamora de una niña si ella también lo es.

Me gustaba pensar en las posibilidades pero ¿a caso este mundo podía ser tan hermoso?

Este sentimiento me destruía, ya no quería pensar en Gilbert desearía olvidarlo y por un momento no me importó nada sobre el, ni si quiera que estuviera triste.
Ahora solo pensaba en Diana y en la forma que me demostró de manera tan indirecta que no se interesaba por mi vida amorosa o si gustaba de alguien más que no fuera ella. Porque de seguro por su cabeza nunca pasaron estos pensamientos, jamás sintió el corazón latir tan fuerte cuando me veía o me abrazaba, ella no siente las piernas temblar cuando se me acerca. Ella simplemente no está enamorada de mi, ni en un millón de años Diana Barry se enamoraría de mi. No no... no es posible. Ella nunca pensaría en mi de esa forma, jamás.

Tal vez si me alejara de ella un tiempo, estos sentimientos se irían y podría de vuelta volver a ser su amiga de verdad. Cuando se liberé mi alma de sus ojos de encanto quizás.

Me sequé las lágrimas al ver acercarse la carreta a casa. No quería que Marilla y Matthew me vieran así, no quería tener que dar explicaciones de ninguna manera.

- Llegamos Anne - escuché decir a Marilla -

Me miré en el vidrio de una alhacena para verificar que me veía bien, no era lo que esperaba mi imagen pero al menos no tenía lágrimas en las mejillas.

Fui hasta la cocina y Matthew me miró sonriente, me acerqué a Marilla que se estaba quitando el abrigo de espaldas a mi.

- ¿Como les fue? - pregunté intentando disimular mi voz apagada -

Marilla se dio vuelta de inmediato y me sonrió ampliamente

- ¡Felicidades! - dijo mientras me sobaba el brazo -

- ¿Qué? - pregunté  confundida- ¿felicidades por que?

- Por lo tuyo con Gilbert. Sé que podrán llegar a comprometerse más adelante, cuando sean mayores

I Swear [Dianne: Anne x Diana] [From anne with an e]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora