I Swear [Dianne: Anne x Diana] [From anne with an e]

Prometo estar a tu lado

Capítulo 22

Había pasado una semana desde que descubrí mis raros sentimientos por Diana, de los cuales no estaba muy segura. Me hacían sentir una inmensa ansiedad y angustia a la vez. ¿qué pasaría si se lo dijera? arruinaría toda nuestra amistad.
¿Como vas con tu mejor amiga y le dice algo así? hola, lamento decir esto pero estoy enamorada de ti. ¡NO! absolutamente y rotundamente no, como podía yo decirle algo así a Diana, ella creería que estoy loca, que es una completa barbarie.
Yo no quería creerlo, me lo negaba a cada segundo. ¿Por qué sentía eso por Diana? no era posible.

Durante toda esa semana nos vimos con Diana en el depósito, se me hacía tan raro que nadie sospechara de nuestra constante ausencia en los 45 minutos que duraba el almuerzo. En todo ese tiempo no parábamos de hablar, hablábamos de casi todo. Si un pensamiento cruzaba por nuestra mente lo decíamos sin importar nada, con Diana inventamos un juego acerca de eso. "Cuando estemos juntas podremos decir lo que queramos, podremos hacer lo que amamos y podremos sentir lo que sintamos" sin filtros sin nada que esconder, yo no te juzgo y tu no me juzgas. Porque somos amigas, si, amigas pensaba a cada segundo.
Me sentía terriblemente mal y como una completa traicionera siempre que estaba con Diana, porque le estaba mintiendo. Cada vez que se me cruzaba algo por la cabeza se supone que lo tenía que decir, pero no podía, mi boca no se atrevía a reproducir lo que pasaba por mi mente. Tampoco se atrevía a hacer lo que querían mis manos, sentía que nada era genuino y me lastimaba y sentia que lastimaba a Diana.

Porque al final todo lo que quería decirle era "te quiero" pero no como tu me quieres a mi.

*POV DIANA*

Estaba harta, harta de no poder estar junto a Anne cuando yo quisiera estarlo.
Odiaba a mi madre todos los días un poco más. Y la odiaba aún más cuando Anne me contaba que Gilbert la había invitado a un picnic o que la había invitado a pasear por Avonlea.
Pero aún más que eso, odiaba la idea de que Gilbert estuviera enamorado de Anne, el no sabía que ella sabía.
Al parecer buscaba el momento más oportuno para decírselo... pero se llevará una gran sorpresa cuando descubra que ya lo sabía. Aunque conociendo a Anne, sé que haría lo imposible para lograr que Gilbert no se sintiera mal y me asusta lo que pueda llegar a pasar para que ella no sienta que lo lastimó.

De igual manera invitarlá a hacer algo todos las tardes durante una semana me parece algo exagerado. No entiendo como Anne no se cansa de él.
Mientras ellos se divertían yo me pasaba horas encerrada practicando piano, mi madre no me dejaba salir a respirar ni un poco de aire fresco a menos que haya tocado Mozart 100 veces seguidas perfectamente. Estaba totalmente cansada de eso, agotada de tanta presión, de las clases de etiqueta, de escuchar mil veces a mi madre decirme "espalda recta y cabeza firme" "no seas histérica, así nunca conseguirás un buen esposo" estaba cansada de todas esas estupideces.

El único momento en que me sentía libre era cuando estaba con Anne y es tan irónico porque me siento libre cuando prácticamente estamos encerradas en un armario, para que nadie nos pueda ver.
Pero no me importaba, porque si era con Anne, era libertad.

Como nos juramos ser amigas por siempre, como nos juramos decir, hacer y sentir lo que queramos cuando queramos.

Cuando me decía que si no volvemos a ser amigas en libertad nunca más, ella me esperaría en Francia algún día. El inmenso alivio que sentía en pensar que si tengo que casarme con un hombre rico y sin nada de imaginación, no me iba a importar porque al final de todo Anne estaría esperándome al final del día para contarme una de sus historias.

Yo quería esa sensación todos los días, ¿por qué no podía sentirla?

Cada vez que Anne salía del depósito justo 5 minutos antes de que tocara la campana. Me sentía vacía, cuando la veía irse me lamentaba una y mil veces por haber tomado esa copa de vino, me lamentaba una y mil veces de haber cometido ese error. Pero parecerá tan contradictorio pero no me arrepiento de creer que era cordial.
Que vacío queda mi corazón cuando te vas pienso cada vez que sucede.
Cada vez duele más.