UN HERMANO.

CAPITULO 21

Orochimaru era una persona orgullosa, los años de ser llamado genio y prodigio, además de haber sido entrenado por Yōso Sennin y el Sandaime Hokage le habían dado una racha de arrogancia que incluso él tenía que reconocer. Sin embargo, incluso sabiendo de su arrogancia, la Serpiente Sannin nunca había hecho ningún intento por corregir sus caminos, creyendo que su superioridad era bien merecida.

Había luchado contra Hanzo el Salamandra, se había unido a los ANBU, diezmado a cientos durante la segunda y tercera guerras shinobi, también era el jefe de la División de Investigación de Chakra de Konoha, si alguien en el mundo tiene derecho a volverse arrogante, debería ser él. .

Y ese era solo el lado oficial de lo que hace, si alguien hubiera descubierto el otro lado de sus experimentos e investigación, sin duda lo echarían de la aldea, pero incluso entonces, tendrían que darse cuenta del genio. en su trabajo. Empalmar el ADN de los niños con el de Hashirama Senju para crear un portador de la legendaria línea de sangre Mokuton, experimentar con miembros del Clan Iburi, con su capacidad de convertirse en humo, e investigar la posibilidad de volverse inmortal; estas eran todas las cosas que Orochimaru estaba estudiando actualmente en laboratorios secretos situados alrededor de Konoha y las Naciones Elementales. Cada uno una obra maestra si alguien más que él mismo tuvo la oportunidad de estudiar su obra.

En años pasados, se habría contentado con mantener discretas sus operaciones, sin querer que alguien, por casualidad, descubriera sus actividades extracurriculares. Si bien estaba restringido en algunos de los experimentos que se le permitía realizar, tanto dentro como fuera de los registros en Konoha, Orochimaru superó esta restricción simplemente moviendo sus proyectos más "sensibles" a bases remotas. Hacer esto le otorgó a Orochimaru el poder de realizar cualquier experimento que deseara siempre que fuera lo suficientemente cauteloso y mantuviera la protección que Konoha le ofrecía.

Su objetivo final de obtener el conocimiento de una técnica única que existe era algo por lo que se había esforzado por lograr durante años, las leyes de la Hoja Oculta no iban a detenerlo. Su deseo de convertirse en un ser supremo no se apagaría hasta que tuviera lo que quería en la palma de su mano, y lo que quería era la capacidad de volverse perfecto. Al menos a sus propios ojos, Orochimaru no tenía ninguna duda de que muchos considerarían, no solo lo que estaba intentando, sino también sus métodos, monstruosos.

Orochimaru nunca lo admitiría ante nadie, pero en realidad esperaba con ansias las pequeñas visitas que le daría Jiraiya, no por la pequeña cantidad de cariño que sentía por su compañero de equipo, sino por sus informes sobre la localización del Yōso Sennin. Sus intereses en estos informes eran para su propio beneficio, el hombre que lo había entrenado cuando era un niño era alguien que sabía que sería una gran cantidad de información, tanto del conocimiento del propio Sennin de su jutsu como de su cuerpo.

La capacidad de usar kekkei genkai desconocidos en la forma mística de Kūton (Sky Release) y Seiton (Star Release), junto con la posibilidad de nuevos linajes sin descubrir, hizo que alguien como Orochimaru babeara ante la idea. Todo lo que necesitaba del Sennin era una gota de sangre, concedido que en realidad podría necesitar más para experimentos futuros en caso de que uno saliera mal, pero esa era la posibilidad, una gota de sangre podría convertir a Orochimaru en una liga propia.

Pero fue para disgusto de los Sannin que nunca se supo nada sobre los Sennin, al menos, nada hasta esta noche. El invocador de serpientes había visto al hombre, su antiguo maestro, saltar y patear al Kyūbi en la cabeza, redirigiendo lo que habría sido un devastador bijūdama para que no destruyera la aldea. Orochimaru no lo admitiría, pero si la leyenda del pelo blanco no hubiera actuado, sabía que habría muerto en ese ataque y ningún uso de su técnica de reemplazo corporal lo habría impedido de otra manera.