One shots || Stray Kids

Treinta y cinco || JeongHo

Recomendación: mientras leen el OS pueden escuchar  la canción de arriba ya que la historia la basé en ella. uwu

Mirarte desde la puerta de nuestra habitación, admirar como la culpa te hace removerte sin control en la cama, es algo que no puedo describir en palabras como me hace sentir.

La culpa o el miedo, no sé exactamente cual domina en ti, pero no puedo evitar sonreír ante tu remordimiento.

—Dime Minho ¿te arrepientes?— No me debería sorprender en como ignoras mi pregunta. Creo que en realidad nunca me escuchas.

Jamás creí que llegaríamos a ese punto, fui demasiado inocente desde que te conocí.

Solo tenía 17 años cuando llegaste a mi vida, endulzaste mi oído con demasiadas palabras que confié en ti sin dudarlo, me enamoré profundamente de un desconocido que supo llegar a mi corazón.

Tardé demasiado en darme cuenta de la persona que en realidad eras.

Pasamos medio año de relación y todo parecía ser dulzura, momentos dulces y parecería que todo está bien.

Eso hasta que un día todo cambió.

—Jeongin, cariño— nos encontrábamos en tu automóvil y lo detuviste súbitamente —sé que te dije iríamos al cine, pero ¿crees que antes podemos hacer una parada? Debo entregar un paquete cerca de aquí.

—Oh claro amor, vayamos y después seguimos con nuestro plan del cine.

Arrancaste de nuevo, el camino empezaba a ser desconocido para mí y las calles empezaban a darme una mala vibra. Nos detuvimos frente a un edificio en el que definitivamente nada bueno pasaría

—Minho ¿estás seguro de que no te equivocaste de dirección? — pregunté inocentemente.

—No cariño, es aquí— tomaste una caja que estaba en los asientos traseros y dejaste un suave beso en mis labios —espera aquí, volveré apenas deje esto.

Quedé aterrado a tu espera. La gente que por ahí pasaba me causaba desconfianza, la oscuridad me abrumaba y el sonido de sirenas lejanas no me tranquilizaba, solo me generaba escalofríos.

Intenté subir la música en el radio para calmar mi temor, pero antes de lograrlo el ruido de algunos disparos hicieron me pusiera nuevamente en alerta.

Pasaron solo unos segundos para verte saliendo corriendo de aquel edificio, con una pistola en mano. Sin decir mucho más al subir arrancaste el auto mientras parecíamos huir de una persecución, aunque realmente yo nunca viera a nuestros persecutores.

Varios minutos de tensión donde sentía un trágico destino nos depararía. El miedo me bloqueo tanto que no me di cuenta del momento en el que apagaste el motor y no éramos más perseguidos.

—Listo cariño, todo está bien— dijiste con gran calma.

—¿Todo está bien? ¿Cómo puedes decir eso? Nos perseguían personas, tu saliste con un arma y dices que todo está bien— pregunté alterado ante la situación. Me sentía abrumado, así que salí del auto para poder tomar algo de aire fresco y no dudaste en seguirme.

—Ya Jeongin, no es para tanto— dijiste como si lo sucedido fuera algo que pasaba más seguido de lo que creí.

—¿Quién rayos eres?— pregunté confundido. Ese no era el Minho que conocía, era como una persona completamente diferente.

—Soy yo, tu novio.

—¿Cómo por qué mi novio necesitaría un arma?— pregunté molesto.