Treinta y uno || MinSung

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Minho no se animaba del todo a tocar el timbre de casa, pero después de todo por algo había decidido ir allí, así que finalmente tomó algo de valentía y tocó el timbre.

Parecía no haber nadie en casa y Lee estaba a punto de irse dando la media vuelta, pero el sonido de la puerta abriéndose lo hizo detenerse.

—Lee Minho ¿eres tú?— preguntó la señora frente a él.

—Hola señora Han, soy yo ¿Cree que pueda hablar con Jisung?— preguntó algo tímido el menor.

El rostro de la mayor denotó una gran tristeza que fue percibida por un confundido castaño.

—Minho, mi hijo ya no está con nosotros— Lee se quedó en silencio, pensando si la señora se refería a lo que él creía. Esto fue notado por ella —Jisung murió hace dos semanas.

En ese momento parecía que la respiración desapareció de Minho, quien no entendía estaba bajo el efecto de un shock ante la noticia.

—¿Quieres pasar?— preguntó la señora Han.

—P-por favor— pidió él.

Ambos entraron al hogar Han, en donde la mayor le brindó a su contrario un té para calmarlo un poco.

—¿Cómo fue que pasó?— preguntó Minho ya un poco tranquilizado.

—Él decidió terminar con su vida. Estaba pasando por una enfermedad y parece ser no quiso seguir con ello— explicó la castaña.

—Ya veo— contestó el menor un tanto decaído.

—Ahora que recuerdo él te dejó una carta ¿Quieres leerla?

—Por favor— pidió el castaño. Dentro de él algo sentía la necesidad de leer aquellas palabras plasmadas por el rubio, pero otra parte de él tenía miedo de leer ello.

La señora Han le pidió al menor que lo siguiera hasta la habitación de Jisung. Para Minho fue inevitable que todos los recuerdos llegaran al él al llegar al lugar.

—La carta está sobre la mesa de noche, te daré tu espacio para que puedas leer con privacidad, solo te pido por favor no muevas nada más, entenderás quiero conservar todo como lo dejó Jisung.

—Gracias señora Han.

La castaña se retiró de la habitación dando privacidad a Lee.

Para Minho era extraño estar en la habitación de su ex novio sin él, más ahora que sabía ya nunca lo vería.

El castaño se sentó con sumo cuidado en la orilla de la cama, tomó la carta y rompió el sobre.

Minho suspiró pesadamente —a ver Jisung ¿Qué tienes para decirme?— preguntó al aire para empezar a leer la carta.

"Hola Minho. Creo que nunca leerás esto ya que tú fuiste quien dijo no volverías más a mi vida, pero necesito decirte todo lo que hay en mi corazón, sacar todo lo que tengo dentro por última vez, las palabras que nunca pude decirte.

Quiero empezar diciendo que el momento en el que llegaste a mi vida fui la persona más feliz del mundo. Cada día contigo me llenaba de vida, de luz y de fuerza.

El ser tu pareja me hacía sentir como si hubiera una razón para seguir luchando contra todos los problemas que la vida me llegaba a presentar.

Los dulces momentos que pasamos juntos llenaban mi corazón. Hice tantas cosas nuevas a tu lado, aprendí demasiado. Fue una relación que me tenía pleno.

Todos los planes que creamos, el futuro parecía ser brillante y era algo que me emocionaba demasiado.

A los pocos meses de comenzar una relación juntos empecé a tener problemas de salud, los cuales prefería callar, tú ya cargabas con demasiadas preocupaciones. Creí lo mejor era ir al médico y cuando ya estuviera todo bien con mi salud, contarte de ello como una simple anécdota.

One shots || Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora