Cuarenta y ocho || ChangLix

220 21 7
                                    

Changbin se apresuraba a llegar a la cafetería donde su mejor amigo Felix lo citó. El ansia de saber que quisiera decirle el rubio y su insistencia por verse era algo que estaba haciéndolo apurarse lo más que sus piernas dejaban.

En cuanto entró al lugar pudo encontrar al menor sentado en la mesa que frecuentaban cada vez que iban a ese establecimiento, así que se sentó frente a él quien parecía estar absorto en sus pensamientos.

—Lix, estoy aquí— informó el mayor para llamar la atención de su contrario.

—Binnie, gracias por haber venido— con un gesto Lee le pidió a su contrario que se sentara frente a él —te pedí un capuchino, espero que no te moleste.

—¿Cómo me podría molestar? Sabes que es mi bebida favorita.

—¿Y cómo has estado? Hoy hace un buen clima ¿no?— el menor no sabía cómo introducir el tema, así que en su torpe conversación y el cómo jugaba sin sentido con su vaso dándole vueltas, dejaba en notoriedad su nerviosismo.

—Cariño— con un tono cargado de amor el mayor posó su mano sobre la del rubio para tratar de calmar sus inquietudes —sabes que puedes decirme lo que sea y no te juzgaré ¿verdad?

El pecoso asintió para después dar una sonrisa a su contrario —es que todo esto es algo nuevo para mí y yo...— lentamente el pecoso mostró la mano que tenía libre, mostrando un bello anillo con una gran piedra brillando como decoración —Chan me pidió matrimonio.

La cara del azabache detonó que claramente estaba atónito, pero no era para menos con semejante noticia.

Tardó unos segundos en salir de su sorpresa para poder dejar su asiento y con premura abrazar a su contrario.

—Felicidades Felix, te deseo todo lo mejor en esta nueva etapa de tu vida— dijo el más bajito apretando más su amarre.

—Gracias Binnie, deseo que la felicidad se multiplique— el mayor soltó un poco su abrazo —y también deseo que me ayudes a organizar todo.

—Claro Lix, estaría encantado de poder ayudarte— sonrió Seo —y poder pasar un poco más de tiempo a tu lado antes de perderte para siempre— pensó con amargura.

Cobarde, mentiroso e hipócrita. Así era como Changbin se sentía.

Quería estar alegre por el menor, quería sentir emoción, pero era innegable el hecho del dolor que le traía aquella noticia.

Su enamoramiento no empezó de un día para otro, llevaba aproximadamente dos años viendo con amor a Felix.

Pero ahora solo le quedaba sonreír con falsedad, sintiéndose molesto por nunca haber tenido la valentía de confesarse.

En el fondo de su corazón quería negarse a acompañar a su contrario a todos los preparativos de su gran día, pero ¿Cómo iba a negarse si esos bellos ojos lo miraban expectante?

Para fortuna de Seo los preparativos no empezaron enseguida, eso le dio tiempo a prepararse mentalmente para lo que debería enfrentar.

La primera tarea en la que Lee pidió la ayuda de su mejor amigo fue para elegir el menú que se daría el gran día.

Changbin estaba llegando al apartamento de Felix, pero antes de tocar el timbre un grito lo sorprendió.

—¡NO QUIERES AYUDARME A ORGANIZAR LA BODA! ¡NO QUIERES ACEPTAR MIS IDEAS! ¡¿QUÉ MIERDA QUIERES CHRISTOPHER?!— era evidente de quien provenía esa voz y la furia que emanaba en sus palabras.

—¡TE HE DICHO UN MILLON DE VECES QUE ODIO ME DIGAS ASÍ!— la voz de Bang era igual de fuerte y con la misma furia resonaba por el pasillo.

—¡PUES NO ME IMPORTA AL IGUAL QUE NO TE IMPORTA NUESTRA BODA!— la voz del menor estaba sonando cada vez más cercana a la puerta.

One shots || Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora