Cincuenta || SeungBin

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Seungmin llegaba a su salón, esperando tener tiempo de hacer la tarea de cálculo antes de que el profesor llegara.

—Róbale un beso, no podrá resistirse después de eso— Kim sabia de quien provenían esas palabras.

—Espero que esta vez funcione, ya no sé qué más hacer para que deje de hacerse el difícil.

Seungmin se sintió bastante fastidiado, cansado ya de la situación. No entendía como después de haber rechazado tantas veces a Yeh Shu Hua, la chica y sus amigas insistieran en aquella situación.

Estaba harto de como por más que insistiera en que él no guardaba ningún sentimiento por la chica, ellas dijeran que solo estaba resistiéndose, restando importancia a sus palabras y sentimientos.

El castaño planeaba su retirada, pero al pasar frente al salón fue detectado por las tres chicas que estaban dentro de su salón.

—¡Seungmin! ¡Espera!— pidió Shuhua, parándose de su asiento.

Fue en ese preciso instante que las piernas del menor actuaron por inercia, empezando a correr sin parar, sin saber siquiera a donde, pero esperando huir de la situación.

Pensó que la mejor solución sería resguardarse en el baño de hombres, el único lugar en el que la pelinegra no podría entrar.

Al dirigirse a donde sería su refugio, encontró en medio de un pasillo vacío a su mejor amigo, Seo Changbin.

—¡Changbin!— parecía que Kim nunca había estado tan alegre de ver a su contrario.

—¿Qué pasa?— preguntó el mayor apenas su amigo llegó a su lado.

El plan inicial de resguardarse por parte del menor fue hecho a un lado, pensó que debía encontrar una solución más duradera, puesto que esconderse solo sería algo temporal.

Las grandes ideas muchas veces llegan en momentos de gran peligro, pero en el caso de Seungmin solo dijo lo primero que a su mente llegó.

—Necesito por favor, por lo que más quieras que finjas que eres mi novio— suplicó el menor con ambas manos juntas.

—¿Qué? Claro que no voy a hacer eso ¿por qué quieres que finja eso?— el azabache se sentía de alguna manera invadido ante el pedido tan repentino y hasta cierto punto avergonzado.

—Hay una chica en mi salón, le gusto, pero ella a mí no— explicó lo más rápido que pudo Seungmin ya que temía que Shuhua lo encontrara y no tuviera un plan de escape a la situación.

—Simplemente recházala— dijo con obviedad el más bajito.

—Ya lo hice, pero insiste en que yo solo me estoy haciendo el difícil. Incluso el otro día le mentí diciendo que me gustaba otra chica del salón, pero ella y sus amigas comenzaron a decir que no era cierto, que ni siquiera le hablaba y que de ser así harían que ella se "quitara de su camino", así que no sé, solo quiero intentar esto y quizá si piensa que no me gustan las chicas ya el problema será resuelto— explicó el menor con la desesperación adornando sus palabras.

—Esto es el plan más estúpido que he escuchado Seungmin— expresó firmemente el mayor.

—Por favor— insistió Kim, esperando que con sus palabras lograra convencer a su amigo.

Antes de que las suplicas continuaran por parte del menor, en el pasillo apareció Yeh.

—Seungmin, aquí estabas— la mayor sonrió y fue corriendo a lado del chico.

El menor ya se estaba preparando para lo peor, posiblemente volver a debatirle a su contraria que no estaba interesado y tener que emprender la huida cuando ella dijera que no le creía.

One shots || Stray KidsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora