One shots || Stray Kids

Veintitrés || 2Min

Kim Seungmin era el chico nuevo en la preparatoria. Su personalidad algo tímida y seria lo hacia el blanco perfecto para ser molestado. No era secreto para nadie que el castaño se convertiría en el objetivo de los abusadores.

El primer día para Seungmin fue difícil, como para cualquier alumno en una escuela nueva con el curso ya comenzado. Nadie le habló, estuvo apartado de todo y todos, solo hablando cuando los profesores le tomaban lista o le pedían responder alguna pregunta.

A la hora de la salida el castaño tomó camino a su casa, para llegar a la estación de autobuses debía pasar por un callejón algo solitario. Kim no se sentía intranquilo de pasar por ese lugar tan desolado, eso, hasta que un chico pelirrojo de la nada apareció por el callejón y simplemente se paró frente a él, haciendo a Kim detener su camino.

– ¿Con que tú eres el nuevo? – preguntó con sarcasmo pintado en su voz.

– Soy Kim Seungmin – respondió este algo tímido.

– Bueno Kim Seungmin, como hoy amanecí de buen humor te daré una oportunidad, si corres ahora mismo no te golpeare, quédate más de 5 segundos aquí y entenderás de lo que hablo.

Y esas palabras fueron suficientes para que Seungmin saliera corriendo de ese callejón.

No era que Kim tuviera miedo a defenderse, pero él no quería meterse en problemas apenas fuera el primer día y menos hacer preocupar a sus papás. La única solución para él, era hacer caso al chico misterioso y correr para salir de ese callejón.

Al día siguiente Seungmin tenía una jornada escolar normal, eso hasta que notó a lo lejos al pelirrojo que lo había atemorizado. El chico tenía un ligero golpe en el pómulo derecho, cosa que no pasó desapercibida para Kim.

La curiosidad ganaba al castaño, quien hábilmente y pasando sin hacerse notar, logró escuchar una conversación del misterioso chico con unos de sus amigos, escuchando perfectamente como uno de esos chicos se dirigía hacia el pelirrojo como Minho.

Lo que pareció desarrollarse como una rutina entre Seungmin y Minho, donde el mayor amenazaba al castaño con golpearlo cada vez que pasaba por ese callejón a la hora de salida, duró aproximadamente dos meses.

Dos meses donde Seungmin no tenía alternativa, puesto que ese era el único callejón cercano que lo llevaba a su parada de autobús, ya que rodear por otras calles aumentaría 20 minutos en su trayecto.

Un día Seungmin iba pasando por el área administrativa del lugar con su nuevo amigo, Han Jisung, cuando en el área de "Cuadro de honor", un peculiar pelirrojo llamó su atención, haciéndose detener frente a la vitrina que guardaba fotografías de los alumnos con mejor promedio de cada grupo.

– ¿Qué pasa Min? – preguntó el rubio al menor que veía atento a una fotografía.

– No sabía que los bravucones podían ser alumnos destacados – comentó Kim.

– ¿Bravucones? – Jisung empezó a analizar detenidamente cada uno de los rostros – ¿a qué te refieres Min?

– Pues... – antes de poder seguir hablando, el timbre sonó y los dos chicos tuvieron que correr a su clase de biología, dejando la conversación sin terminar.

Jisung fue llamado a una junta de jefes de grupo, así que Seungmin quedó con demasiadas dudas, las cuales sabia no durarían más de un día sin ser resueltas.

A la hora de salida Seungmin sabía perfectamente que Minho lo esperaba en el callejón de siempre, apenas giró en la esquina pudo notar al pelirrojo apoyado en una pared.

Seungmin trató de tomarlo con naturalidad y pasó por el callejón, ignorando completamente la presencia del mayor.

– ¿Y tú a dónde vas? – preguntó Lee, sonando algo molesto.