One shots || Stray Kids

Cincuenta y dos || JiLix

Jisung sacaba de su casillero el pequeño ramo floral que a tempranas horas resguardó con cuidado. En cuanto el timbre del receso resonó, el castaño corrió para poder llevar a cabo aquel acto de cursilería que tanto esperó.

Con lentos pasos acompañado de torpes pensamientos se dirigió en búsqueda de Kim Chae Hyun, quien era mayormente conocida como la chica más linda del colegio.

Han entendía que al intentar confesarse existía una posibilidad amplia a un rechazo, pero en su corazón sentía que sería diferente.

Gracias a una clase de guitarra que llevaban juntos, logró convivir más con la menor, compartían muchas horas juntos así que sus esperanzas de ser aceptado eran mayores.

Preguntó a una de las amigas de Kim quien le dijo la había visto en el patio, así que Han no dudó en ir para allá.

Lamentablemente para el castaño, parecía que el corazón de Chaehyun estaba siendo ya ocupado.

La azabache paseaba por el patio tomada de la mano de Yang Jeongin. Jisung pensó que podía ser una simple casualidad, pero un pequeño beso por parte de aquellos le dejó en claro la situación.

Estar decepcionado era innegable para Jisung, aunque la parte negativa de su corazón lo suponía.

Se encaminó a su salón resignado, con ganas de dormir todo lo que durara el almuerzo.

—Han ¿Y esas flores?— inquirió curiosa Kim Su Hyun al ver llegar a su contrario.

En ese momento Jisung pasó su vista a su mano. Olvidó por completo en volver a guardar aquel que sería su arma secreta en su confesión.

La vista de todos los presentes en el salón se fijó en Jisung. El joven estaba bastante apenado con lo ocurrido y no tenía el valor de hablar acerca del ni siquiera rechazo que había sufrido.

—Son mías— respondió como primera respuesta que llegó a su mente.

—Sí, pero los chicos solo traen flores para regalar ¿a quién pensabas dárselas?— preguntó la curiosa voz de a quien todos llamaban Lia.

A Jisung le disgustaba ser el centro de atención y en ese momento lo estaba siendo.

Los ojos sobre él, las suposiciones en el aire. Todo bastante agobiante para Jisung.

Entonces al salón llegó Lee Felix, quien Jisung consideraba su mejor amigo.

—¡Hey Felix!— Choi se acercó hasta donde estaba el australiano quien claramente se vio sorprendido —tú conoces a Jisung mejor que nadie ¿Para quién son esas flores?

Entonces la vista del menor fue a dar a su castaño amigo. Para el rubio no fue difícil entender lo que estaba pasando, lo conocía tan bien que sabía exactamente los pensamientos que pasaban por su mente.

—¿En serio las trajiste?— preguntó el menor, ignorando por completo la pregunta de la mayor y acercándose donde Han —Muchas gracias por el regalo, eres demasiado considerado.

El coreano no podía estar más desconcertado ante las palabras de su contrario, pero al menos sabia disimularlo bastante.

—Espera ¿son para ti?— preguntó incrédula Suhyun.

—¿Qué tiene? ¿Por ser hombre no me pueden regalar flores?— preguntó el pecoso con fingida indignación —le pedí a Jisung que me regalara algo bonito porque hoy es mi cumpleaños— respondió con obviedad Lee.

—Pero tu cumples el 15 de septiembre— respondió Hwang Hyunjin entrando al salón.

Okay, no fue la mejor mentira y eso fue evidente.