Hidden Sex (Editando)

Capitulo 7

Así pasamos solo unos minutos más, mientras acariciaba su piel no pude evitar que el aroma de su piel se quedará impregnada en mi memoria.

- ¿Nos vamos? - Se levantó de pronto - Mi papá no sabe que estoy fuera

- Claro - Subí mi vestido y trate de comportarme lo más natural que podía ¿Qué más podía perder?

Mi corazón ya había sido entregado una vez y ahora mi virginidad había sido tomada, no soy de las chicas que creen que sea tan importante llegar virgen al matrimonio.

¿Qué más da? Ni siquiera tenía la certeza de que fuera siquiera a enamorarme de alguien más, admito que Max me vuelve loca, hasta un punto en el cual no soy yo misma.

- ¿Cómo te sientes? - Preguntó de pronto cuando ya habíamos salido

- Bien - Max solo asintió... Había algo en él, esa corazonada de queMax no era un chico tan dulce, pero es tan apasionado y salvaje.

- Cuéntame porque seguías siendo virgen - Me volví hacia él y de nuevo me sorprendí a mi misma abriéndole mi corazón.

Subimos al auto y mientras tanto me debatía en decirle todo lo que había pasado en esos tres años de infierno.

- Porque estuve  tres años con un chico que era homosexual - Max seguía con la mirada hacia el frente.

- ¿Entonces lo querías? - Su mirada choco contra la mía.

- Lo amaba - Cuando dije esas palabras solo asintió y siguió mirando hacia el frente.

Realmente no espero que lo entienda o lo comprenda... Nadie lo hace, todos dicen "Hey debes ser fuerte" pero nadie se detiene a sentir ¿Que hubieran hecho ellos? Muy probablemente hubiesen hecho un sin fin de dramas.

Claro que los hice, pero en la soledad de mi habitación y mi corazón, su nombre, ni siquiera quiero mencionarlo, pero cuando amas a alguien de esa forma irracional y profundamente, tu vida simplemente gira alrededor de esa persona, cuando todo acaba es realmente difícil volver a ser la misma persona de antes, ya pase por ello no deseo volver a sufrir de esa manera.

Pero lo que más me dolió era que volvía a estar sola de nuevo, sea como quiera que fuera, él era mi mejor amigo, conocía a la perfección cada gesto, cuando sonreía o mentía, muchas veces mientras me volvía loca por dentro quise pedirle ayuda, pero el recuerdo de su traición hacía eco en mi corazón y al final recurría a lo único que realmente podía tener... Alcohol

Los demonios gritaban, destrozaban y yo hacía lo mismo con las demás personas, nadie conoce cuan dañina puedo llegar a ser, cuando dejo salir los demonios que habitan en mi propio infierno, pueden llegar a herir, alejar o simplemente matar a quienes más amo.

Hace muchos años me detectaron trastornos compulsivo-depresivo, pero simplemente mis padres no prestaron mucha atención, no porque estuvieran ocupados o no se preocuparon, sencillamente porque no tenía razón para estar mal.

Las personas pueden desarrollar diferentes trastornos pero ante la sociedad comportarse como "normales" un día explotan y todos se alejan de ellos.

Eso justamente me sucedió y me ha sucedido a lo largo de toda mi vida, inestable emocionalmente, rechazada y enferma del alma.

Comencé a hacer cortes en mis muñecas cuando me rechazaron por primera vez, siempre elegían a la más bella, después dejé de comer y cuando comía vomitaba, después vino un oscuro mundo, si no hubiese parado tal vez si habría muerto.

- ¿En qué piensas? - La voz de Max me saco de mis tortuosos pensamientos.

- Nada, solo contemplo el paisaje - Lo cual era relativamente cierto, deseaba guardar en mi memoria cada cosa que pasaba frente a mis ojos.

- ¿Nunca lo habías visto? - Max sonrió

- No de noche - Le devolví la sonrisa y volví a mi infierno.

En pocos minutos llegamos a donde había dejado mi auto, esto era el final, estaba tan segura de ello, Max era mucho más apuesto e interesante de lo que creí, podría tener a cualquier mujer, pero por alguna razón los Dioses conspiraron a mi favor o simplemente ha pasado algo extraño con el universo lo cual le permitió a una gorda como yo probar lo que era estar con un hombre como él.

- Yo te escribo - Me dijo antes de acercarse y darme un beso en la mejilla.

- Claro - Sabía perfectamente que eso de "Yo te escribo" era una forma elegante y educada de decir "Hasta nunca"

Estaba bien para mí, no siempre se te presenta la versión mortal y castaña de Adonis para decirte: "Quiero follarte"

Ahora creo que puedo seguir con mi vida, les he mentido a mis padres y realmente no creo que sea lo mejor, pero al fin y al cabo solo fue una vez, tal vez después de esto me convierta en una zorra o siga siendo la misma Jo loca por un chico como Max o más bien dicho... Estoy loca por Max.

Vi a la distancia como su auto se perdía en la carretera y por alguna  extraña razón no quise memorizarlo.

Tome mi celular y marque sin titubear a Camila, necesitaba compartir con mi mejor amiga esto.

- Hola - Contesto Camila con alegría

- Hola bonita - Le dije con mi voz de "Te escondo un secreto"

- ¿Qué hiciste Jo? - Me mordí el labio inferior al recordar como lamía el pene erecto de Max, sus gemidos...

- Voy para tu casa

- Bien, aquí te espero