***
- Hola Jo - Saluda Marcel como de costumbre cuando voy llegando.
- Hola Marcel - Me acerco para saludarlo.
- ¿Obtuviste noticias de tu chico? - La sonrisa que aparece en mi rostro me delata por completo.
- ¿Tu qué crees? - Le enseñó inmediatamente los mensajes.
- ¿Vas a necesitar marihuana verdad? - La respiración se me atora, recuerdos de música de rock, fiestas y aquellos amigos vienen a mi memoria.
- Claro - Los recuerdos iban y venían como flashes.
- ¿Estás bien? - La voz de Marcel me saco del trance.
- Si, solo estoy entusiasmada.
¿Cómo poder confiarle a alguien todo lo que paso? Nadie realmente sabía que tan oscuro podía tornarse mi pasado ¿Valdría la pena arriesgar todo por él?
Mi mente decía no, pero algo profundo en mi interior rogaba porque lo hiciera... Solo es sexo.
- La pasarás muy bien Jo - Marcel me guiño el ojo.
Algo dentro de mí, me incito a hablarle, no quería parecer una buscona, pero necesitaba decírselo.
Jo: Ya tengo la marihuana Baby
Max: Perfecto... Será genial, ya quiero cogerte.
Con tan solo esa oración, no solo hizo que se mojaran mis bragas, el corazón me saltó en el pecho al pensar que el Dios griego quería follarme.
<<No te hagas tantas ilusiones Jo>> Mi subconsciente como siempre salió al rescate.
Esto no es un libro o una novela de esas de las que ve mamá, es la vida real, pero hay una parte en mí que desea que Max me ame.
Simplemente no puedo negar que desde que lo vi, mi corazón comenzó a palpitar, pero las personas no se enamoran solo teniendo sexo.
La noche paso entre fantasías y sueños de Max diciéndome que era suya, desperté varias veces durante la noche ¿Que pasaba conmigo?
A la mañana siguiente mamá seguía recostada en cama, otra vez papá se había ido de viaje, no puedo imaginar su dolor, tal vez si ella decidiera hacer algo, no quiero que este todo el tiempo deprimida, no es justo para ella.
Hace años, ocurrió una tragedia, solía tener una hermana menor, era la adoración de la familia, pero un día... Sakura.
Ni siquiera quiero recordarlo, era solo una niña, mi pequeña, fue un golpe tan fuerte para todos, por ella fue que decidí ponerme el sobrenombre de Sakura, por ella comencé a escribir, ella adoraba que le leyera por las noches, ahora ella es el motivo por el cual mamá no sale de la cama, papá se va a trabajar lejos y Ryu simplemente se marchó a Japón.
Sakura no era como yo o Ryu, ella era idéntica a papá, morena y de ojos cálidos verdes, aún me culpo por su muerte, siempre lo haré...
- ¡Me voy mamá! - No obtuve respuesta, de nuevo la soledad y el rencor tomaron con fuerza mi corazón.
Me quedé pensativa un momento y sentí como si un deja-vú cobrara vida ¿Acaso era la primera vez que mamá me ignoraba olímpicamente? Fije mi mirada en el bote de pastillas y simplemente las ignoré como días atrás.
***
El trabajo no mejoro mucho la situación, solo un mensaje por parte de Max, quien ya deseaba follarme fumando marihuana, el estomago se retorció, no solo de nerviosismo y excitación, también porque probaría aquello que me hacía perderme largas horas para evitar dolor.
El reloj marco por fin las cinco de la tarde, mientras el nudo en mi estomago y las bragas mojadas comenzaban a hacer estragos en mí.
Baje el ascensor hasta mi viejo auto, simplemente me sentía más nerviosa que antes ¿Como podía ser aquello?
Me subí al auto, mientras encendía la radio, mientras cantaba a todo pulmón la nueva canción del momento, sentí las mariposas crecer en mi interior.
No fue un largo camino, pero no podía dejar de pensar en Max, sus ojos no eran luminosos, faltaba brillo, vida ¿Acaso su vida no era perfecta?
Primero pase con Marcel por la marihuana, quien muy sonriente me entrego un porro y me deseo mucha suerte.
- Aprovecha mientras dure - Me dio un gran abrazo y me fui como alma que lleva el diablo.
Sus palabras resonaron fuerte <<Aprovecha mientras dure>> ¿Acaso no sería por mucho tiempo?
El estar evitando el medicamento, cada vez me hace delirar más ¿Estoy comenzando a perderme o a comprender la realidad?
Al llegar, Max ya estaba ahí, de nuevo los nervios me invadían, pero trate de calmarlos.
Baje del auto, bloqueándolo por completo, mientras Max abría los seguros para mí. Al abrir la puerta me recibió su singular sonrisa.
- Hola - Me saludo
- Hola - Dije algo nerviosa.
- Vamos al motel que tiene tina - Me guiño el ojo - ¿Ya no estás en el periodo?
- No ya termino - Me mordí el labio a causa de las sensaciones que me hacia sentir con tan solo verlo.
- ¿Cuánto dinero traes? - ¿Qué?
- Mucho más que la otra vez.
- Perfecto - Me sonrió y no dije más.
Supongo que así serán las cosas, no puedo pedir mucho a decir verdad y si hago cuentas él es quien siempre nos lleva en su auto, mi parte en esto es pagar el motel.
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Hidden Sex (Editando)
RomanceEl sexo no es amor... "De vez en cuando te recordaré con aquella vieja canción, dejaré que sus acordes y melodías hablen de nuestra historia, tal vez derrame algunas lágrimas o se me escape alguna sonrisa, pero cuando nuestra canción termine, tú vol...