Hidden Sex (Editando)

Capitulo 7 parte 2

***

- ¡Por todos los cielos! - Grito Camila cuando le conté toda mi "aventura" -¿Que se siente?

- Al principió un poco de dolor y después ya ni lo recuerdas

- Wow - Dijo Camila algo pensativa

- ¿Puedo usar tu baño?

- Claro - Respondió todavía en las nubes.

Ya que ambas estábamos en la calle, entré a su casa con cuidado, mi vestido de puta no era lo más adecuado.

- ¡Hola Jo! - Casi me da un infarto al ver a Juliana sentada en el sillón viendo una película

- Hola Juli - Conteste algo avergonzada

- Estás muy guapa hoy - Solo sonreí ante su observación.

- Gracias, pasaré a tu baño.

- Adelante - Le sonreí a Juli y simplemente entré al baño.

Mi estomagó se sentía diferente, las ganas de orinar eran demasiadas ¿Que esta pasando?

Después de hacer pis, por pura curiosidad me volví hacia el retrete, en el fondo había sangre, me quede un momento contemplándole, suspiré pesadamente.

Baje la perilla para que el rastro de mi virginidad perdida se fuera ¿Quién lo diría?  Me observe un momento al espejo, ni siquiera notaba algo distinto en mí.

Recordé por unos breves instantes sus verdes ojos, sus jugosos labios, la forma en que gemía... Pero no volvería a pasar, había dejado de ser virgen y tuve la magnífica oportunidad de que fuera con alguien como Max.

Me sentí vacía durante un instante, como si algo realmente pesará en mi corazón ¿Que es este sentimiento? Simplemente trate de despejar mi mente mientras secaba mis manos y salía sonriéndole a Juli.

- Tardaste mucho - Fue lo primero que me dijo Camila cuando llegué con ella.

- Me salió sangre - Le dije mientras me comenzaba a sentir ansiosa.

- ¿Entonces es oficial? - Me dijo con asombro

- Oficialmente he dejado de ser virgen - Un nudo se formo en mi estomago de nuevo.

- Nunca creí que lo hicieras de esta forma - Camila bajo sus oscuros ojos.

- ¿A qué te refieres?

- Cuando pierda la virginidad lo haré toda la jodida noche, quiero que sea especial y conservar el momento para siempre - Me quedé un tanto sorprendida ante sus palabras.

- Ya pasó, no puedo volver el tiempo... No me arrepiento de nada - Le sonreí con seguridad.

- ¿Lo volverás a ver?

- No creo que vuelva - Dije con un nudo en la garganta.

- ¿Estás bien?

- Vamos por cigarrillos - Le dije con una amplia sonrisa

¿Podría seguir adelante? Me pregunté constantemente mientras conducía a una tienda de comestibles.

Pasé al menos un mes muriendo por hablar con Max, imaginando lo que sería estar entre sus brazos.

Dicen que si realmente deseas algo, el universo conspira para conseguirlo, en este caso creo que en verdad tenté al universo, pero por una vez en mi vida, sentí que había sido realmente libre.

En una conversación con mi antiguo amigo George del bachillerato, él me dijo que muchas veces la virginidad se pierde por calentura no por amor... Tenía razón, por más que Max quisiera o quiso llamarle "hacer el amor" no fue eso lo que hicimos, simplemente follamos como dos animales y ya.

Estacione el auto mientras Camila bajaba cantando como una loca alguna de las canciones que escuchó en la radio.

- ¿Que tienes? - Me preguntó algo seria

- Nada - Mentí

- ¿Quien pago el motel? - Casi me ahogaba con mi propia saliva.

- Cami...

- ¡No puedo creerlo! - Grito tan fuerte que todos se volvieron hacia nosotras.

- Por favor - Le rogué

- ¿Qué demonios tienes en la cabeza Jo? - Cerré con fuerza los ojos

- No lo entiendes - Dije al momento en que tome una bolsa grande de frituras, mi estomago pedía comida a gritos.

- Claro que lo comprendo, ese imbécil se aprovecho de que estás loca por él... Jo, le acabas de dar tu virginidad a un tipo que no conoces bien.

- No me importa, te dije que iba a follarmelo...

- Pero nunca creí que realmente lo harías, ten cuidado Jo, no quiero que salgas de nuevo lastimada.

- Fue solo sexo.

- ¿Estás segura? - Me cuestiono mientras me traicionaban las lagrimas.

- Unos cigarros - Pedí a la cajera

- Jo...

- Estaré bien - Me dije más a mi misma

- ¿Te has dado cuenta que desde que entramos todos los hombres se te quedan viendo? - Agradecí que cambiara de tema

- No realmente - Me encogí de hombros, mientras miraba hacia atrás y veía al menos a unos tres hombre mirando mi trasero - Demonios...

- Ya eres toda una mujer - Saque el dinero mientras escuchaba la dramatización de Camila a mis espaldas.

- Ahora si podré follar con todos los que quiera - De pronto volví la mirada y la cajera nos observaba con los ojos muy abiertos - Gracias - Recibí la bolsa y ya fuera de la tienda comenzamos a reír como locas.

- Esta noche es memorable - Me abrazó por los hombros

- Y que lo digas...

Joshiki Calmot, la chica más extravagante, depresiva y algo simplona, había perdido la virginidad con una especie de Dios griego con labios perfectos, ojos de ensueño y cuerpo de pecado.