Dependiendo del contexto, 10 centímetros podía ser nada o podía ser todo.
Por ejemplo en el caso de un miembro masculino, podía pasar de ser un pene a dar "pena".
En esos momentos, Park JiMin sentía tanto dolor que jamás pensó en las consecuencias d...
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Un rubio terminó de tirar unas ramas que había recogido por el bosque en la gran fogata que habían armado.
— ¡Bien! — se felicitó, para luego limpiar el resto de tierra en su ropa.
Instantes luego, un pelinegro se le acercó con otros restos de madera que había conseguido. — Ten. — murmuró, brindándole lo recolectado.
JiMin tomó la leña y la colocó a su costado — ¡Que bueno Yoonie! — le felicitó — ¡Con esto ya tenemos para varias horas de fuego! — el Min asintió y el rubio continuó inspeccionando las ramas cuando algo le llamó la atención.
Se trataba de una hermosa corona adornada con diversas flores, Park la tomó con gran interés y antes de que pudiera decir nada, el pelinegro le interrumpió.
— Uri la armó hoy, — era una mentira a medias — y me dijo que te la entregara ya que él se iba con el niñato ese. — otra mentira, su hijo no le había dicho nada ya que en cuanto había visto a su amigo, se había olvidado de que Min existía.
Las mejillas del rubio se colorearon al escuchar aquello, a pesar del "desinterés" en la voz de YoonGi, conocía al pelinegro para saber cuanto le había costado decir aquello.
Sin mayores demoras, se colocó la corona sobre su cabeza y le dedicó una hermosa sonrisa — ¡¿Qué tal me queda, eh?!
Min le miró unos instantes para luego voltear hacía otro lado y así evitar que el sonrojo en su rostro fuera visto por el menor — Bien...
— Oye Min, ¿Qué te sucede? — intervino TaeHyung — ¿Tienes fiebre o qué?
— Estás todo rojo, hyung. — se sumó JungKook.
YoonGi chasqueó sus labios.
Jeon se tomaba demasiadas confianzas, pero a fin de cuentas, no podía evitar tener cierta simpatía con el dueño de tatuajes y aspecto de pendenciero.
— Pues fíjate que mejor no te enfermas, porque el hospital más cercano está a cientos de kilómetros de aquí. — continuó el Kim.
— No, sí todos nosotros nos quemamos las pestañas por nada, ¿Verdad? — Beak se sentó alrededor de la fogata.
— Uff, pero para trabajar gratis estaban las prácticas y yo ya las pasé. — se quejó ChanYeol. — ¡Ya sé! ¡Que JiMinnie le atienda y luego ellos vean las formas de pago alternativas! — inquirió.
