Kim TaeHyung se consideraba un hombre afortunado...Tenía un trabajo que lo apasionaba, amaba el arte y el mundo de las fotografías. Amaba la edición de imágenes y videos, así como también le maravillaba crear el infinito de mundos posibles en cada entrega.
Le encantaba como algo muy simple podía terminar volviéndose un cortometraje increíble.
Estaba encantado con su trabajo, incluyendo cuando le tocaba hacer largas sesiones de casamientos o cumpleaños de quinces en los que los adolescentes estaban con las hormonas en júpiter y trataban de obtener su número con el pretexto de "trabajo".¡Sí, muchas veces sí conseguía empleo gracias a eso!
Pero todavía no comprendía la razón de su popularidad entre los adolescentes sí prácticamente se la pasaba ignorándoles.
Bueno, ¡Quizás ese era el motivo!
¿Qué más querían unos simples mortales en edad escolar que alguien con una cara bonita y cuerpo del infarto, para que fuera su crush salido de novelas de Wattpad?
Ni hablar sí a eso le sumaban la diferencia de edad y que TaeHyung mantenía su distancia laboral estrictamente.
Era la combinación perfecta para tener a su propio club de fans, quienes prácticamente llenaban su agenda de trabajos.
No se quejaba del todo, ya que muchas veces podía sacarles provecho a la mayoría de las situaciones, así cómo en estos momentos.
Miró hacía su bello novio quién estaba haciéndole un masaje en los pies y suspiró enamorado.
El menor levantó la mirada en complicidad, para luego tirarle un beso y continuar con las caricias sobre su pareja.
TaeHyung volvió a acomodarse en la reposera, admirando a su preciado Kookie y realmente agradeciendo al universo el tenerle a su lado cada día.
No sabía sí se lo merecía o no...
Él no era de esos individuos que se la pasaban midiendo las acciones de las personas y adjudicando valores según el karma. Él simplemente era alguien que no había estado buscando amor y que no por eso cerró las puertas cuando JungKook llegó a ellas.
Todavía no comprendía como era que personas tan distintas podían estar juntas y tan unidas como ellos dos, pero quizás allí se encontraba la respuesta.
Kim TaeHyung se consideraba a sí mismo como un ser completo, sabía que no necesitaba de nadie más para ser feliz, pero a la vez era consciente que sus días eran formaban un arcoíris gracias a todas las personas que tenía en su vida, y Jeon era quien terminaba de conformar ese bello paisaje.
El Kim podía manejar sus asuntos sólo, siempre se había manejado de esa manera, pero no quitaba que el compartir la carga de sus días con su novio, le hacía infinitamente feliz.
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10 Centímetros × YoonMin × Mpregn
FanfictionDependiendo del contexto, 10 centímetros podía ser nada o podía ser todo. Por ejemplo en el caso de un miembro masculino, podía pasar de ser un pene a dar "pena". En esos momentos, Park JiMin sentía tanto dolor que jamás pensó en las consecuencias d...