Dependiendo del contexto, 10 centímetros podía ser nada o podía ser todo.
Por ejemplo en el caso de un miembro masculino, podía pasar de ser un pene a dar "pena".
En esos momentos, Park JiMin sentía tanto dolor que jamás pensó en las consecuencias d...
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— ¡Esta es la última, Minnie! — mencionó TaeHyung.
— ¡Gracias a Dios!
JiMin se tiró al suelo, viendo la montaña de cajas que habían logrado amontonar en su habitación, gracias a la ayuda de su amigo, lograron terminar de entrar todas las pertenencias de la familia Park.
La casa era muy bonita, contaba con cuatro cuartos espaciosos con baño privado, una gran cocina y living, y un gran jardín donde su padre se divertiría sacando las malezas y ahuyentando a su madre de allí.
Incluso podía escuchar a su padre gritándole a su pareja que no se acercara ni para mojar las plantas porque seguro que con eso ya las asesinaba.
El rubio sonrió con cierta melancolía.
El castaño se había tirado en el suelo de la habitación tratando de recuperar el aliento, luego de tanto esfuerzo.
— Tae... ¿Estás seguro de esto?
— ¿A qué te refieres Minnie?
— Ya lo sabes...
TaeHyung abrió un ojo para inspeccionarlo, antes de suspirar y levantarse.
— Si te refieres a mi decisión de vivir con mi mejor amigo, ¡Claro que sí! La pregunta ofende por cierto. ¿No será que tú no quieres?
— Sabes que no es eso Tae...
— Entonces deja de estar pensando cosas que no son... Eres mi mejor amigo en el mundo Minnie, no habría nada en el mundo que no haría por tí.
— Te quiero Tae. — Murmuró con una sonrisa.
— Y yo a ti Minnie.
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