Dependiendo del contexto, 10 centímetros podía ser nada o podía ser todo.
Por ejemplo en el caso de un miembro masculino, podía pasar de ser un pene a dar "pena".
En esos momentos, Park JiMin sentía tanto dolor que jamás pensó en las consecuencias d...
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Jung HoSeok se consideraba una persona afortunada...
Tenía todo aquello que podría necesitar un niño a sus casi 9 años, es decir, padres amorosos, una casa confortable, una mascota con la que dormía, y amigos.
¡Hobi tenía muchos amigos!
Y salir con ellos era lo que más amaba, pasar sus tardes jugando afuera, correteando de aquí para allá.
Pero algo que el pequeño de cabello café no amaba era la escuela.
Ésta le resultaba lo más tedioso que podría existir, ¡Era una tortura!
No lograba comprender la diferencia entre números y letras, éstos le resultaban confusos y le frustraban de gran manera al fallar una y otra vez en todos sus exámenes, siendo objeto de burlas entre sus compañeros.
— ¡Hoseok además de tener el cabello como zanahoria, también tiene orejas de burro! — mencionó un niño.
— ¡Siiii! No sabe, no sabe...
— ¿Estás llorando, bebé?
— ¿El bebé quiere a su mami?
Los niños habían acorralado al castaño , quien terminó sentado en el suelo hecho bolita, tapando sus orejas para no escuchar aquellas palabras tan crueles.
— ¿No tienen nada mejor que hacer en vez de estar molestándole?
Hobi levantó su mirada para encontrarse con un niño flacucho, de tez blanquecina y cabello oscuro, le reconoció como el estudiante nuevo que había llegado hacía poco tiempo.
— ¡¿Y a ti quién te preguntó, Casper?! — Una pequeña vena se formó en el pelinegro, para despueés dedicarles una sonrisa espeluznante y tronar sus dedos.
— ¡¿Porqué no me lo repites en la cara, mugroso?! — dicho esto, el recién llegado se tiró de lleno para golpear a ese niño, los otros a su alrededor se quedaron asombrados un instante para luego unirse a la pelea.
Hobi observó confundido al niño que le había defendido y no tardó mucho en sumarse a aquella contienda, con una gran adrenalina llenandole.
A fin de cuentas, unos profesores llegaron para separarles, todos terminaron sancionados y llamaron a sus padres para informarles la situación, mientras Hoseok y el chico nuevo esperaban afuera de la sala.
— O-Oye... — el niño le miró curioso mientras se ponía hielo en una de sus mejillas.
