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— Bien, Min ¡Es momento de aclarar las cosas! — se animó a sí mismo

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— Bien, Min ¡Es momento de aclarar las cosas! — se animó a sí mismo. 

Decidido, dejó su lugar seguro en el banco para acercarse disimuladamente hacía donde se encontraba el rubio hablando con el Kim. 

YoonGi no era tonto, sabía de sobra que estaban hablando  de él. Las miraditas de odio de TaeHyung y de deseo de JiMin, además de sentir sus orejas arder, eran pruebas suficientes de que estaba siendo objeto de chimentos de viejas.

Debería sentirse indignado de que esos dos estuvieran confabulando en su contra, pero había algo en su interior que se encendía al saber que su nombre estaba en boca del Park. 

Quizás podría ocupar su lindos labios para otra cosa que maldecir en su nombre, cosas como envolverse alrededor de su pene.

Gimió ante la idea de tener al menor arrodillado en frente suyo, mirándole de forma sugestiva y con un aura de deseo salida del mismísimo infierno. 

El rubio tomando su miembro con una lasciva sonrisa, mientras le tomaba con ambas manos y se llevaba su grueso y largo falo a la boca, llenando toda su cavidad y sobrándole bastante todavía.

   JiMin le miraría con sorna, para luego lograr meter un poco más de su tronco en su interior, digno de las mejores actrices en la categoría de garganta profunda.

Min volvió a la realidad al abrir sus ojos y recordar donde se encontraba. Bajó su mirada hacía su abultada entrepierna, la cual parecía rogarle por atención. 

Suspiró, para luego dirigir su atención hacía el causante de sus imaginaciones húmedas,  pensando en que cada instante al lado de JiMin, incrementaba más sus posibilidades de morir por un caso de bolas azules. 

No se había dado cuenta de cuanto tiempo se había quedado mirando hacía el Park, hasta que este cruzó miradas. 

No sabía lo que estaba cruzando su mente en ese momento...

A quién demonios quería engañar, estaba caliente como los mil demonios y JiMin no ayudaba en nada a cambiar eso. 

Lo único que estaba haciendo era pensar con lo que le colgaba entre las piernas, y seguramente se lo reprocharía luego pero en este momento solo podía pensar en enterrarse profundamente en el rubio.

Inconscientemente le hizo una seña al menor, quien pareció entenderle sin mucho esfuerzo, ya que rápidamente se despidió de TaeHyung y se dirigió hacía donde estaba. 

10 Centímetros × YoonMin × MpregnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora