Capítulo 24: Búsqueda.

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El chico pelirojo tropezó en la entrada del establecimiento con un ramo de rosas y lo que parecía ser una carta. En el sobre pudo leer el nombre de la gerente. Entró al lugar después de recoger lo que había encontrado en el suelo. El estruendo de un chico rubio cayendo al suelo después de haber recibido un puñetazo en la cara por parte de Luz lo impresionó.

—¡Vuelves a besarme y te rompo la nariz! —dijo Noceda enojada bajo las miradas de todos los clientes.

El chico se levantó enojado, acomodó su ropa y salió del local maldiciendo en susurros. Daniel se acercó a Luz quien seguía exaltada después de pedirle a una disculpa a los presentes por lo que habían visto.

—¿Se encuentra bien, jefa? —preguntó Daniel en voz baja—. ¿Qué sucedió?

—Un imbécil me besó a la fuerza —respondió—. Pero lo puse en su lugar.

—Oh, por eso lo golpeaste —dijo Daniel comprendiendo la situación.

—Sí, ese estúpido se creía mucho por ser parte de una familia adinerada y creyó que por eso podía besarme a pesar de que lo había rechazado minutos antes —explicó Noceda mientras se tranquilizaba.

—Ah por cierto —Daniel recordó lo que sostenía en la sus manos—. Encontré esto allá afuera, el sobre tiene su nombre y venía junto con este ramo de rosas así que supuse que era para ti.

Luz dudó al tomar lo que su empleado le estaba dando, hizo memoria y recordó que Hunter no llevaba consigo ningún ramo o carta cuando lo vio llegar. Miró su nombre escrito en el sobre y reconoció inmediatamente la caligrafía de Amity.

—Gracias, Daniel —dijo y le indicó al chico que se retirara a trabajar.

Abrió la carta con cuidado después de poner el ramo de rosas sobre la barra. Sus ojos comenzaron a leer la carta pasando por los renglones de esta maravillándose con su contenido y las palabras que la misma Amity había escrito. Su rostro se coloreo por un sonrojo y sus latidos aumentaron. Sus ojos conmovidos por las palabras de la escritora se llenaron de lágrimas.

Tomó su celular y la llamó sin recibir respuesta después de intentarlo un par de veces más. Desesperada tomó sus cosas y salió del establecimiento comenzando a llamar esta vez a la mansión Blight.

—¿Hola? —Edric respondió la llamada.

—Ed, gracias por responder. ¿Sabes donde está Amity? —preguntó muy alterada.

—La última vez que la vi fue por la mañana, dijo que iría al corporativo a trabajar —respondió el chico.

—Gracias, Ed.

Hizo una seña para que un taxi se detuviera y pudiera subir para dirigirse hacia el corporativo de los Blight después de indicarle al chófer la dirección de este. Tomó su celular y le marcó a Willow esperando que contestara lo más pronto posible.

—¿Sí? —Park se escuchaba algo ocupada.

—Willow. Soy Luz, ¿Amity está en el corporativo? —preguntó directamente.

—No. Los empleados me notifican de cualquier ingreso de los hermanos Blight al corporativo y al parecer ella no ha venido el día de hoy —explicó Willow—. ¿Por qué lo preguntas? ¿Pasó algo?

—No lo sé, te llamaré más tarde —dijo ansiosa y colgó la llamada.

Luz le indicó al conductor la dirección de la mansión Blight, el tipo parecía algo molesto por la indecisión de ella pero poco le importó a Noceda. Siguió llamando al número de Amity una y otra vez sin obtener respuesta, comenzaba a perder las esperanzas a medida que el número de llamadas no respondidas aumentaba. Su cabeza se recargó en la ventana del auto admirando las gotas de lluvia que comenzaban a caer, tenía un extraño presentimiento que la ponía ansiosa.  Como último recurso, llamó a Gus quien tampoco respondió.
Cuando el taxi se detuvo en la entrada de la mansión Blight, ella pagó la cantidad del viaje y se acercó a las rejas de la entrada donde habló con un guardia de seguridad para pedirle el acceso a la casa, por suerte, los guardias recordaban haberla visto antes por lo que le permitieron el acceso. Corrió hacia la entrada de la casa y tocó varias veces la puerta con desesperación. Un empleado abrió la puerta indicándole que el único que se encontraba en la casa era Edric que estaba en el recibidor. Luz se dirigió directamente ahí, el chico Blight estaba sentado en uno de los sofás tranquilamente leyendo.

Capital Letters (LUMITY) AU | EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora