Amity Blight es una reconocida escritora de 27 años. Su talento rebasa la literatura y también es buena en campos como la música, danza, pintura y escultura. Amity se verá involucrada en una mentira que traerá consigo secretos de su pasado que deber...
Según yo iba a actualizar el sábado pasado y quedé así 🤡🤡. Una disculpa de ante mano, estoy en la universidad viendo mi cambio de carrera y no he tenido el tiempo para sentarme a escribir.Por cierto, empezaré a agregar Banners a los capítulos, quiero mejorar mi trabajo y por ello he trabajado en el material gráfico que subo ^^.
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Willow recorrió el estudio de la casa de los West debido a que Boscha le indicó que la esperara en el interior, a fin de compartir una conversación tranquila en la que intercambiarían información del caso. Su relación se limitó a eso, trabajo y profesionalidad sin dejar espacio para lo personal. Park evitaba a toda costa relacionarse de manera íntima con ella y la razón de su comportamiento distante estaba ahí, enmarcada sobre el escritorio de madera oscura. En la fotografía había dos rostros que llegó a conocer a la perfección, el primero, con notables arrugas y una expresión cariñosa, era el de su abuela, y el segundo, jovial y de rasgos hermosos, era el de Boscha.
Las dos mujeres estaban abrazadas sonriendo en Palermo, Sicilia. No compartían una posición sugerente que llevara a otros a pensar que entre ellas había algo más, sin embargo, Willow lo sabía y lo calló durante tantos años en busca de proteger a su familia de la verdad sobre la relación entre West y su abuela, o tal vez para proteger a la chica que también logró conquistar su corazón después de la muerte de su abuela. Boscha había sido por excelencia su mayor apoyo y su atrevimiento más grande, un riesgo que no se permitiría volver a tomar a pesar de que su mirada le siguiera resultando preciosa y sus acciones intentaban seducirla.
Podía recordar con vividez el momento en que la conoció, el cómo la juzgó por su comportamiento pretencioso y la fue conociendo a través de una serie de coincidencias que las llevaron a darse cuenta de que tenían más en común de lo que pensaban. Eran dos personas que no debían involucrarse por su propio bien, pero existían castigos hermosos y amar a Boscha era el más precioso y doloroso para Park. Desde la perspectiva de Willow, cupido perdió una flecha cuando la hizo enamorarse de Boscha.
La joven soltó un suspiro, acomodó sus lentes y disipó las nubes de tristeza en su mente. Retomó una postura recta y elegante olvidando por completo su flaqueza anterior. A los pocos minutos, la dueña de la casa entró tambaleándose, con la corbata de su uniforme de gala desatada y un notorio olor a alcohol en su aliento.
—Perdona la demora —habló con dificultad acercándose.
Park no hizo preguntas sobre su ebriedad y mucho menos sobre las marcas de labial en su camisa, cerca de su cuello. Simplemente, se enfocaron en la lectura de las actualizaciones de los casos en los que trabajaban, tratando de ignorar la obvia incomodidad entre ellas. Willow, en un gesto de amabilidad, fue a preparar café para Boscha y para ella, principalmente para que West estuviera más lúcida. Sirvió el café caliente en la fina porcelana y se lo entregó a la chica que sin querer rozó su mano con la suya, el simple tacto alertó los sentidos de Park.
