El olor a café de cada mañana era aspirado por sus fosas nasales haciéndola despertar del cansancio del inicio de un nuevo día de trabajo. Los primeros clientes habían arribado sentándose en algunas mesas del amplio lugar esperando a que algún mesero se les acercara para tomar su orden. El sonido de los cocineros trabajando y algunas conversaciones en voz baja de los clientes, era algo común para ella.
—¡Hey Luz! —pronunció Daniel, un chico pelirrojo delgado y más joven que ella que era empleado del lugar—. Perdón por llegar tarde, jefa. Ya sabes, problemas con el despertador.
Noceda sonrió al notar lo despistado que era aquel chico, no estaba dispuesta a regañarlo por su retraso de casi una hora, o al menos no lo haría ahora que por alguna razón se sentía muy feliz.
—Descuida, solo intenta llegar más temprano la próxima vez, Daniel —acompañó esa respuesta con una suave sonrisa.
El chico asintió colocándose la gorra del uniforme de color verde para dar comienzo a su trabajo como barista. Luz se dispuso en acercarse a algunos clientes para preguntar si todo se encontraba en orden y si necesitaban algo más. El sonido de una taza rompiéndose llamó su atención, un chico de cabello verdoso había dejado caer su café mientras sostenía un teléfono en su mano con una expresión de pánico en su rostro. Ella se acercó al cliente esperando a que cortara su llamada para auxiliarlo.
—¿Se encuentra bien? —preguntó mientras llamaba con discreción al personal de limpieza.
—Sí, si, claro —respondió el joven levantándose—. Lamento lo de la taza, por favor cárguelo a mi cuenta.
Antes de irse dejó el doble de su cuenta por haber roto la taza, después de eso salió corriendo del estacionamiento en busca de lo que Luz creyó que era su auto. Al verlo marcharse experimentó una extraña sensación, como si ese chico o algo relacionado con él estuviese en peligro. Finalmente le restó importancia cuando un cliente llamó su nombre. Pudo deducir de que se trataba cuando vio a Daniel que estaba al lado del cliente pidiendo disculpas mientras parecían sostener algo en sus manos. Vaya, sí que sería un largo día.
.
Emira esperaba pacientemente sentada a un lado de la cama donde su hermana menor yacía acostada con oxígeno, con una herida en la cabeza que la hizo estar inconsciente y algunas lesiones en su cuerpo. Afortunadamente estaba fuera de peligro, pero la preocupación por ella no aminoraba. Conocía a Amity perfectamente, sabía que ella era demasiado responsable para haber tenido un accidente como ese. Se comenzaba a preguntar por qué su hermana había actuado así mientras recordaba las palabras que le dio el doctor que a su vez fueron proporcionadas por los paramédicos.
—La señorita Blight se encontraba en un estado de nerviosismo y al no fijarse correctamente al cruzar la calle, fue atropellada por un conductor.
La puerta de la habitación se abrió dando paso a su hermano quien llevaba una bolsa bajó su brazo y dos vasos de café de máquina en sus manos. Uno de los vasos le fue ofrecido por Edric, Emira lo tomó notando su pulso que temblaba ligeramente. Ambos bebieron de sus vasos mientras dirigían su mirada a su hermana.
—Me entregaron las pertenencias de Amity —mencionó Edric refiriéndose a la bolsa que llevaba bajo su brazo.
—¿Ahí está también su teléfono? —preguntó Emira.
—Eso creo. ¿Por qué la pregunta? —respondió.
—Edric, estoy segura de que algo pasó.
—¿Te refieres a la causa del accidente? —preguntó en busca de una conversación.
—Sí. Es raro que todo esto haya pasado cuando ella había mencionado en nuestra última reunión que estaba feliz y tenía muchos planes por cumplir. También lo es que no hayamos recibido ni una sola llamada de Evelyn desde ayer, es novia de Amity, debe de estar preocupada porque no regresó a casa el día de ayer.
Edric alzó una ceja intrigado. Miró por un par de segundos la bolsa que cargaba. Dejó su vaso en una pequeña mesa junto a la cama y se dispuso a abrir la bolsa en busca del teléfono o algún objeto de Amity que les diera pistas de lo que en realidad pasó. Rápidamente localizó el teléfono y se lo extendió a su hermana, ella lo tomó mientras él seguía buscando en los bolsillos del saco de Amity para proceder con su abrigo. Sus ojos se abrieron cuando su tacto sintió la presencia de una pequeña caja dentro del bolsillo. Temeroso de lo que podía encontrar, lo tomó y lo sacó despacio. Emira había desbloqueado el aparato y revisó el registro de llamadas, dos de Evelyn Hawl y una de Augustus Porter.
—Emira, creo que tienes que ver esto —Edric interrumpió su búsqueda haciéndola mirar hacia su dirección encontrando un anillo de compromiso dentro de una pequeña caja.
—¿Eso es...? —preguntó indecisa.
—Sí —respondió Edric—. Sí esto está aquí y Evelyn en otra parte, eso significa que algo pudo haber pasado.
Ambos miraron a su hermana con la misma expresión, una de preocupación profunda e intriga. Sintieron una pequeña tristeza al saber que su hermana no podía explicarles, por ahora, la parte de la historia que no conocían, la razón de porque ahora estaban reunidos en una habitación de hospital con paredes blancas mientras escuchaban el sonido de los tranquilos latidos de Amity por un aparato. Emira se levantó de su asiento y miró el rostro de la más joven de los Blight, lo acarició con ternura.
—No te preocupes, hermanita —dijo en voz baja—. Te protegeremos de lo que sea que te haya hecho esto.
La puerta de la habitación fue abierta casi con desesperación interrumpiendo el momento, un joven analizaba la escena con confusión. Su aspecto parecía estar completamente alineado a comparación de su agitada respiración. Miraba a los gemelos con intriga como pidiendo una explicación silenciosa con la mirada.
—Augustus —respondió Edric al percatarse de quien se trataba.
—¿Cómo está ella? —preguntó acercándose a la cama.
—Fuera de peligro, pero no ha vuelto en sí —respondió Emira.
—Vine lo más rápido que pude en cuanto me enteré —dijo Porter—, fue una hazaña esquivar a los reporteros de la entrada.
—¿Reporteros? —dijeron Edric y Emira al unísono.
—Sí —confirmó Porter—. Hay unos doce afuera como mínimo, todos preguntando por el estado de Amity para sus respectivos periódicos.
—¿Qué información tienen? —preguntó Emira.
—Solo que Amity ha tenido un accidente, no más allá de eso.
Emira y Edric se miraron aliviados mientras que Porter se preguntaba que estaba pasando.
—Por lo que leí en algunos medios de camino, muchos se están preguntando por qué Hawl se encuentra en fuera del país —añadió
—Esto desatará rumores, será mejor que demos una declaración rápida antes de que esto termine mal —afirmó Emira.
—¿Qué está pasando? —preguntó Augustus.
—Gus, algo le pasó a Amity, no estamos seguros, pero debemos alejarla un poco de los escándalos, por lo menos mientras se recupera —dijo Edric con algo de nerviosismo por la situación.
Todos estuvieron de acuerdo con eso, debían de permanecer tranquilos y construir una historia para la declaración y eso incluía la aparente ausencia de Evelyn Hawl en el país. No estaban seguros de que estaba pasando, sin embargo, deberían de mantener una mentira en secreto para cuidar a Amity.
Después de discutir el acuerdo durante algunos momentos, se acordó que Gus sería el encargado de dar una declaración como editor y representante de Amity mientras que Emira y Edric se encargarían de averiguar el paradero de Evelyn.Actualización a media noche nada más porque sí :D
ESTÁS LEYENDO
Capital Letters (LUMITY) AU | Editando
Fiksi PenggemarAmity Blight es una reconocida escritora de 27 años. Su talento rebasa la literatura y también es buena en campos como la música, danza, pintura y escultura. Amity se verá involucrada en una mentira que traerá consigo secretos de su pasado que deber...