Capital Letters (LUMITY) AU | Editando

Capítulo 5: Acercamientos.

El primer encuentro había resultado mucho mejor de lo que esperaba, superó cada una de sus expectativas, incluyendo las que en su cabeza parecían las más descabelladas. Acariciaba el número telefónico indecisa de sí agregarlo a su agenda de contactos o no. La escritora había dejado esa decisión en sus manos, tal vez esperando a que se contactara con ella o simplemente con la intención de hacer feliz a una fan loca que le hizo pasar un buen rato. 

Respiró profundo antes de desbloquear su teléfono, dirigirse a sus contactos y crear uno nuevo para después registrar uno a uno los dígitos plasmados en el libro. Después de haber terminado, dudó en mandar un mensaje, pero terminó haciéndolo porque la emoción le ganó al nerviosismo. Sus dedos teclearon con un ligero temblor la palabra "Hola". Los minutos pasaron haciendo que Noceda se preguntara si fue buena idea haber enviado un mensaje a primera hora de la mañana antes de irse a trabajar. Probablemente Amity aún estaba durmiendo o estaba ocupada en alguna otra cosa.

Siguió con su rutina normal bajando de su ensoñación y aceptando la posibilidad de no recibir respuesta de Blight, se aferró tanto a eso que el sonido de la notificación de un nuevo mensaje no la alertó. Con la mirada cansada miró la pantalla de su teléfono después de unos minutos preparando su desayuno. Sus ojos se abrieron y sintió su corazón latir fuerte contra su pecho. Has recibido un mensaje de Amity Blight.

Dejando lo que hacía, rápidamente accedió a la conversación, no quería dejar esperando a la escritora quien le había saludado de la misma forma. Preguntó por cómo se encontraba aquella mañana  y Luz sintió el toque de amabilidad en el texto. Luz parecía conocer la manera de escribir de Amity interpretando sus sentimientos en cada palabra, sin embargo, desconocía completamente a la chica detrás de esa imagen imponente de escritora famosa.

—Luz, llegarás tarde —la voz de Eda la distrajo de sus pensamientos que viajaban entre los recuerdos de convivencia con Amity y los mensajes que ahora estaban intercambiando.

—Voy, solo necesito un segundo —respondió con nerviosismo.

Eda la miró desde la puerta de la habitación alzando una ceja al notar su extraño comportamiento desde la noche anterior, cuando llegó con la sonrisa más grande que le haya visto en el rostro alguna vez.

—¿Alguien por fin entró en tu corazón, niña? —preguntó Eda.

—El problema es que nunca ha salido de él, Eda —respondió Luz sonriéndole a la pantalla de su teléfono—. Ha pasado algo importante últimamente, pero te lo contaré después del trabajo.

Tras decir aquello tomó algunas de sus pertenecías y pasó al lado de Eda con su aura de felicidad irradiando con más fuerza de la esperada. Se despidió amablemente de su tía con un beso en su mejilla para después correr hacia la entrada y salir por la puerta con dirección a su trabajo.

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Una suave voz se escuchaba desde el pasillo del primer piso de la mansión Blight, aquella voz era acompañada por el sonido del piano. Amity siguió los sonidos hasta quedar frente a la puerta del estudio de grabación acondicionado para su hermano. Tomó la manija y la deslizó con lentitud evitando hacer algún ruido fuerte que pudiera interrumpir a Edric.
Sus ojos estaban cerrados mientras sus manos tocaban hábilmente el instrumento y cantaba la letra en los tiempos correctos porque la había memorizado a la perfección. Apenas era el inicio de la canción y Amity decidió unirse a él en el piano permitiéndole cantar con más libertad a su hermano. Edric apenas se inmutó por su presencia y aceptó su propuesta concentrándose en cantar. Su voz se escuchaba perfecta con la canción que había elegido, Make it to me de Sam Smith.

La cabeza de su hermano se recargó en su hombro mientras ella tocaba y él cantaba. Una comodidad agradable los invadió al mismo tiempo en que las notas bailaban armoniosas por todo el lugar. Los recuerdos vinieron a ellos cuando viajaron a través de la canción a su juventud no tan lejana, dónde ellos solían tocar y cantar juntos por las tardes tocando el mismo piano que estaban utilizando en ese momento. La canción terminó con la voz de Edric haciendo buenas notas altas que maravillaron a Amity y a alguien que recién entraba en la habitación.