Amity Blight es una reconocida escritora de 27 años. Su talento rebasa la literatura y también es buena en campos como la música, danza, pintura y escultura. Amity se verá involucrada en una mentira que traerá consigo secretos de su pasado que deber...
Felicitenme que ya soy un año más viejo :D ¿Saben lo que eso significa? ¡Sí, Capital Letters cumple un año desde el inicio de su publicación! Hemos llegado a las 35k lecturas y 6k votos😭😭😭 Gracias por todo el apoyo en este tiempo. Capital Letters es una parte de mí que adoro escribir solo porque se que ustedes van a leerla.
Dejando de lado los sentimentalismos. La pregunta de hoy es, ¿Quién le romperá el corazón a quien? Sí ya sé, celebramos un aniversario y mi cumpleaños sufriendo, típico de virgo ♍.
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El sonido de los tacones de Amity sobre el suelo, no inmutaron en lo absoluto a la chica que yacía dormida sobre el escritorio usando como almohada sus brazos mientras estaba en una posición algo incómoda que de seguro le dejaría un dolor de cuello y espalda cuando se levantara. Torpemente, Blight soltó las llaves que llevaba con ella siendo el único sonido existente en toda la casa por un par de segundos. Maldijo en un susurro temiendo que aquel ruido metálico despertara a su pareja, sin embargo, Luz seguía durmiendo cuando Amity volvió a mirarla.
Se quitó los zapatos y los dejó junto a la puerta para no hacer tanto ruido con sus pasos. Sus pies descalzos tocaron el suelo frío a medida que avanzaron hacia la chica castaña en el escritorio. La diestra de Amity acomodó el cabello castaño de su novia para mirar su rostro y la expresión pacífica plasmada en el. Sus ojos cerrados se veían un poco irritados, pero por el momento su prioridad era llevar a Luz a la cama.
Todas las horas en el gimnasio sirvieron de algo cuando la removió para cargarla en sus brazos con algo de dificultad y llevarla en dirección a la habitación donde dormían. Noceda no se despertó, parecía que toda la energía de su cuerpo había sido drenada y estaba descansando para recargarla. El olor a vainilla de su pelo corto llegó hasta la nariz de Amity, ese aroma era tan conocido y familiar que sentía calidez con tan sólo tenerlo cerca. La Blight la recostó sobre la cama delicadamente y la cubrió con una sencilla manta. Acarició su pelo despejando su rostro y se sentó a la orilla de la cama para observarla durante un par de minutos.
Su vida era un desastre, pero por lo menos su corazón tenía orden cuándo la veía, cuando sentía que ella era su refugio, confidente y amante. Se levantó de la cama al recordar que dejó la luz del estudio encendida y que la computadora también estaba prendida. Se dirigió ahí rápidamente y acomodó los objetos ajenos al escritorio, pero cuando desbloqueó la computadora para apagarla, quedó confundida. No entendía la razón de porque había varias páginas abiertas sobre entrevistas y artículos sobre Evelyn y ella.
—¿Qué es esto? —cuestionó para sí misma.
Puso play al video y escuchó poco más de dos minutos de la entrevista que fácilmente se podía resumir en una frase: La fascinación de Amity Blight por su entonces novia, Evelyn Hawl. Las fotografías, entrevistas y anécdotas ya ni siquiera las recordaba, pero por alguna razón le resultaron extrañamanente interesantes en ese momento.
