Capítulo 51: Gateway Car.

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¿Siguen ahí...?

Los flashes se convertían en cientos con el paso de cada minuto

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Los flashes se convertían en cientos con el paso de cada minuto. Parpadeaban, cegaban y aturdidan su ser. El camino frente a ellas tapizado con una fina alfombra rodeada por trajes y vestidos elegantes, parecía eterno cuando los reporteros las detenían constantemente para un par de preguntas que Blight se limitaba a contestar brevemente, posar junto a ella para las fotos y posteriormente seguir caminando con Luz de la mano, una mano que se sentía extraña entre las suyas, como si todas las caricias que le dieron se tambalearan entre la verdad y la mentira.

Normalmente hubiera podido soportar eso, lo hubiera hecho cientos de veces con Amity, por el simple hecho de que estaba con ella, con la chica que se preocupaba por su bienestar y su comodidad, que la llevaría de vuelta al auto si no se sentía bien. Pero a esa altura de las cosas, comenzaba a dudar que fuera la mujer que cancelaría todo para volver a casa.

Los titulares de los periódicos hablaban sobre sus apariciones públicas de los últimos meses y como se notaba en Noceda la falta de experiencia en ese tipo de eventos, su mala forma de manejar toda la atención que recibía y lo diferente que se veía junto a Amity a comparación de Evelyn Hawl, la mujer que había nacido con un reflector sobre ella, la mujer ideal para ser la pareja de alguien tan extraordinaria como la Blight.

El tiempo de volvió aún más tortuoso cuando de sumergieron en el mar de personas distribuidas en el gran salón, disfrutando de la decoración art decó y del brillante jazz que tintineaba con las copas de champagne al chocar brindando por cualquier motivo. Sin embargo, los reflectores y la mirada se posaron sobre la pareja, sus atuendos combinados y la armonía que compartían. Todos querían ser ellas o estar con ellas.

De un momento a otro terminaron sobre la tarima principal del escenario, sentadas sobre dos finos sofás de cuero blanco, con cámaras registrando cada mínimo movimiento y una presentadora intrusiva preguntando más rápido de lo que parpadeaba.

—Entiendo que la señorita Noceda-Clawthorne es otra de sus musas, señorita Blight —habló la chica de pelo oscuro y labios carmesí.

¿Otra? La palabra retumbó en la mente de Luz unos segundos.

—Una de las afortunadas mujeres que han tenido la dicha de quedar inmortalizadas en sus libros, pero, dígame —el corazón de la castaña de detuvo durante un instante—. ¿Es cierto que no ha habido otra como la fallecida modelo alemana Evelyn Hawl?

Blight sintió un escalofrío recorriendo su espalda y miró a su novia al lado suyo, luego a la presentadora y posteriormente a todo el público que esperaban ansiosos una respuesta de su parte.

—Evelyn... La señorita Hawl fue importante para mí y creo que yo lo fui para ella. Creo que el amor que sientes por una persona inevitablemente se cuela en todo lo que creas, porque la pasión que le pones a tu trabajo también lleva una pizca de amor —respondió con la mirada perdida en algún punto del suelo—. Pero el pasado es pasado y no me gusta distraerme de mi presente que me hace feliz.

Capital Letters (LUMITY) AU | EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora