"La bastarda del rey y un guardia deciden unirse para proteger a una mujer del actual monarca. Juntos iniciarán uno de los múltiples destinos que las estrellas anunciaron hace mucho tiempo atrás".
Kelleia Demni Nox siempre ha odiado que la llamen b...
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Al final el tiempo de espera se les acabó. Cuando se dieron cuenta que Drian ya no volvería supieron que algo malo tuvo que ocurrirle.
Y a pesar de odiarse a sí mismo, Ruy sabía que tenía que marcharse sin su mejor amigo. No quería que alguien interrumpiera en la cabaña y los llevara a rastras ante el rey.
No fue para nada fácil convencer a Ali de que lo mejor que podían hacer era marcharse sin Drian. En un estado de histeria le gritó palabras hirientes, pero al segundo se arrepintió entre llantos; le suplicó perdón y lo abrazó. Ruy la había consolado diciendo que no tenía nada por el que disculparse.
Su corazón nunca antes había latido tan fuerte como ese abrazo. La amaba tanto y lo único que quería era protegerla a ella y a su bebé. Poco le importaba de quien era hijo. Protegería a ambos hasta su último aliento.
Era casi de noche cuando prepararon las pocas pertenencias que tenían y se dirigieron al aeropuerto de Zelia. El lugar era grande y lujoso, pero aún así la estación del aéreotren era mucho más majestuosa. La iluminación en tono amarrillo era suave y agradable a la vista.
Ruy y Alisha estaban en una fila a punto de comprar unos boletos cuando algo sumamente extraño ocurrió.
En un minuto las luces estaban prendidas e iluminaban todo el espacio, y al siguiente, todo se quedó a oscuras. Cada luz prendida en la habitación se apagó.
Alisha apretó su mano y por instinto Ruy la atrajo contra su cuerpo y cubrió su redondo vientre.
Tuvieron que pasar cinco minutos a oscuras antes de que la electricidad volviera a funcionar. Las luces volvieron como si nada.
Ruy supo más tarde que algo anormal había sucedido y que él apagón no se trató de un caso aislado.
Todo el sur del continente, incluyendo los cinco reinos y un montón de islas había quedado sucumbido a la oscuridad. Cada ciudad de cada reino había quedado en la oscuridad durante cinco minutos.
