Win no podía decir que su relación amorosa comenzó como un cuento de hadas. No existió esa chispa y nadie desapareció alrededor.
Si es honesto. Al inicio su pareja dio el noventa de cien para impulsarlo todo, para conquistarlo y que poco a poco gan...
Adlátere: Termino usado en BDSM asegurando más de un encuentro entre sumiso y amo y otorgándole la total subordinación al mismo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Su cuerpo entero se tensa como reflejo de la situación. El sudor escurre por su frente y visiblemente está cansado. Su autoconfianza se ha esfumado. Fue quizá en el momento en que esas palabras salieron del segundo hermano de Win, quiso mentirse y por un instante, tan solo por uno pequeño.
Pensó que tendría ventaja.
Tanto ellos como él, dejaron este lugar luego de elegir sus metas concretas.
Los hermanos Jongcheveevat son una leyenda completa; prodigios en agilidad, fuerza bruta y certeza. Se retiraron casi invictos (casi), y demasiado pronto, demasiado jóvenes mencionaron todos. A muchos les impacto cuando se supo quiénes eran pero fue más impactante cuando todos se enteraron qué sus padres, Mew y Gulf en su juventud, habían participado en este tipo de eventos.
Nut lo dejo al poco tiempo que conoció a Petch, su esposo, le preocupaba lo lastimado que podía terminar y se fue. Por el contrario, Up, solo participo alrededor de cinco años como práctica personal, un día despertó y lo dejo tan fácil como lo tomó. Después de eso, solo se dedicó a acompañar a sus hermanos. Win por su parte, a pesar de su rostro angelical, antes de embarazarse de Namm llevaba catorce victorias relámpago tomadas por impulsos momentáneos. Los llamaba descargas de adrenalina involuntarias.
Cada uno tenía mucho que demostrar y el casi invictos era por una razón en específico... La pelea perdida por Nut fue contra uno de sus propios hermanos... El único actual que logró cuarenta victorias, y solo una derrota... Off Jongcheveevat.
Cada que ve a uno de ellos tiene la necesidad estúpida de que su ego salga impertinentemente.
Nut juega con él. Descaradamente se ríe en su cara y como si fuera poco, le alienta a dar el primer golpe, ese primer golpe como regalo, si claro. Como si no conociera su tan característico modus. Ellos permiten ser quien recibe primero cediendo la ventaja para arremeter, pero no puedes equivocarte, no puedes dar un golpe en falso por qué si te atrapan, entonces no habrá oportunidad.
Y se equivocó... ¡Maldita sea!
Pudo ver la sonrisa satisfactoria que crece a base de una confianza firme. Pero incluso contra su propio pronóstico; Nut no lo golpeo. Se alejó de él lo suficiente y lo mira con tranquilidad. Los rostros animados de los espectadores cambiaron a total confusión, esperaban que comenzará la lluvia de golpes, sangre y suplicas.
— Te daré una oportunidad más — brama Nut—. Solo una —exhala—. Podría decirte que es tu día de suerte, el que sea yo quien pelea contigo es un poco ventajoso para ti, no he pisado este lugar en años y parece que has querido lucirte un par de veces. Así que no me decepciones, se lo suficientemente ágil como lo hiciste para jugar con mi hermanito.