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VIII. NammFong

· Años después.

Estaba recostado sobre el capo del auto, el sol brillaba con intensidad y las gafas oscuras protegían sus ojos. Veía a chicos y chicas salir de aquel edificio como hormigas; salió temprano del trabajo, y pensó que sería una buena idea ir a buscar a su novio en la facultad de ciencias de la comunicación.

Después de graduarse de la escuela media superior, para el primogénito Suppacheep Chiva-aree, elegir carrera era una de las cosas que más detesto; sin embargo, su familia hizo exactamente lo que espero: lo ayudaron. En la familia Chiva-aree y en la Jongcheveevat había toda clase de profesiones.

En la familia Chiva-aree, el abuelo Korn es un médico con especialidad en neurocirugía, y el abuelo Max es un profesor matemático en la universidad. Su tío Boun es un abogado destacado y su esposo es químico, al igual que su tío Fluke, y el tío Ohm es criminalista. El tío Earthie estudia artes y su esposo también, mientras que su tía Sammy es pediatra. Su padre estudió relaciones internacionales.

Mientras que en la Jongcheveevat: El abuelo Mew estudio ingeniería eléctrica, pero dijo que nunca se sintió bien con su carrera. Terminó aprendiendo a tatuar y ahora tiene su propio estudio. El abuelo Kana estudió administración de empresas y trabajo arduamente para tener una. El tío Nut es arquitecto y el tío Petch es médico. Up por su parte es un contador, mientras el tío Kao es chef. Su papá estudió mercadotecnia y publicidad.

Cada uno contó su experiencia, sus pros y contras de cada carrera y así fue que eligió la suya. Siguiendo los pasos de su abuelo Kana, le agradaba estar en su empresa y se sentía como pez en el agua. Luego de graduarse, encontró trabajo aún ante el alego de su familia que le decía que lo mejor era trabajar en la empresa de los Jongcheveevat.

Namm sabía que necesitaba aprender, aprender mucho, para poder aplicar algunas cosas en la de su abuelo, así que solo les pedía paciencia.

Sin embargo, para su novio, fue mucho más difícil saber lo que quería estudiar y, después de dos años de haberse graduado de la escuela superior, mientras Namm aún era estudiante, había llegado alegremente para decirle su decisión; por supuesto, el pelinegro lo apoyó al igual que su familia.

Suspiro ligeramente mientras algunas chicas lo miraban 'disimuladamente'. La verdad es que a Namm le causa un poco de gracia cómo intentan llamar su atención. Para él no hay otra persona que no sea el chico de orbes avellana y voz dulce llamado Fong.

Y como si lo hubiese llamado, ahí estaba él, cruzando el umbral de la puerta acompañado por sus compañeras. Namm no pudo evitar darle un repaso con la mirada. Con los años Fong se había vuelto demasiado ardiente para la vista; la ropa le sentaba demasiado bien a su anatomía y realzaba sus caderas y piernas tonificadas.

No fue difícil que su dulce novio lo viese, sobre todo por el grupo de chicas que murmuraban entre sí. El primogénito Chiva-aree no está seguro de qué escuchó Fong en el momento en que pasó a su lado, y por qué se detuvo en seco y frunció el ceño, arqueando la ceja. Levantó la vista y lo vio.

Namm retiró las gafas y arqueó la ceja, subiéndola y bajándola con su sonrisa de modelo, como suele llamarla papá. Los ojos amielados destacaron mucho más gracias a los rayos del sol y Fong se despidió a toda prisa de sus compañeras para ir corriendo hacia su novio que había extendido los brazos para recibirlo.

Una vez que llegó a él, fue envuelto y los brazos de Fong estaban alrededor del cuello de Namm. Se inclinó para besar los dulces labios de su novio y le regaló la sonrisa y la mirada exclusiva.

— Hola, cariño.

— Hola —murmuró con un leve sonrojo en sus mejillas. —Pensé que estarías en el trabajo.