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Capítulo 26

Hablar con mis padres me hizo darme cuenta de que no podía seguir de esa manera, pero estaba tan encerrada en esa rutina de ir al instituto, volver a casa, hacer mis tareas y luego dormir el resto del día para no pensar en nada que, era difícil salir de ese círculo vicioso.

Pero los días parecían no tener ninguna diferencia entre sí y vivir de esa manera se sentía tan patético. Me dije a mi misma que tenía que hacer algo al respecto.

— ¿Qué? ¿Por qué me miras así? — le pregunté a Mina luego de haber sentido su mirada por largos segundos.

— Nada, es solo que... Me hace tan feliz que hayas querido salir con nosotras, tal como en los viejos tiempos. Ha pasado tanto desde que estuvimos así, que se siente irreal — Mina explicó todo con una sonrisa nerviosa, mientras hablaba algo ansiosa.

Nos miramos fijamente en silencio, hasta que aquella expresión de Mina que intentaba transmitirme paz y seguridad, desapareció, dejándome ver su rostro serio y algo preocupado.

— En realidad, te miro así porque no puedo evitar preguntarme qué es lo que estás pensando — aparté mi mirada de ella, no era capaz de confesar lo que pasaba por mi mente — Mai, te veo aquí con nosotras, tratando de fingir que todo está bien, actuando como naturalmente lo haces. Pero esa sensación en mi pecho que me dice que no estás bien, no desaparece por más de que te veas aparentemente bien — hubo silencio, no diría nada. Mina suspiró — Mai, solo quiero recordarte que cuentas conmigo y estaré aquí para ti si lo necesitas, ¿de acuerdo ? — ella puso su mano sobre la mía, la miré y le sonreí con la esperanza de que eso la dejara más tranquila.

— Sí, de acuerdo — dirigí mi mirada a los asientos vacíos de la mesa — Llevan mucho tiempo en el baño, iré a buscarlas.

— Está bien. Cuidaré la mesa.

— No tardo — me fui de allí camino al baño, el cual estaba un poco lejos. Una de las razones por las que prefería algún restaurante o cafetería que a la zona de comidas de un centro comercial.

Buscar a las otras chicas era solo una excusa para irme y tratar de despejar mi mente.

Sabía que Mina tenía razón, cada una de sus palabras estaban en lo correcto, pero no era capaz de decirle a ella lo que llenaba mis pensamientos, de decirle que lo único que pasaba por mi cabeza eran las palabras de Hyunjin, palabras que ella desconocía.

"Lo necesitas, no importa la cantidad de cosas buenas que tengas aquí, nunca será suficiente porque no está Minho".

Y de alguna manera, quería demostrarme que Hyunjin se equivocaba, no solo eso, también quería dejar de sentirme de esa manera tan absurda. Por ello, dejé de ignorar a mis amigas y acepté una de sus tantas invitaciones. Gracias a ellas fue que me sentí tan bien al llegar a Osaka, ellas hicieron que mi estadía en Japón ya no pareciera un largo tormento. Quería recordar esos sentimientos, volver a sentir aquella sensación que tuve cuando sentí que así era como debía vivir mi adolescencia, que así debía ser la vida. Ellas me devolverían eso, ¿cierto?

No, no lo harían. Lo supe tan pronto me vi con ellas y luego de unas horas, seguía sintiéndome tan vacía. Por eso, las palabras de Hyunjin seguían rondando en mi cabeza. En especial cuando tenía esa sensación extraña mientras las veía a todas, al verlas sentí que con la única que podía contar y confiar era Mina. Aunque las demás me estaban tratando bien y se mostraban con buena actitud, no podía evitar sentirme así.

— Lo que más me sorprendió de verla, es que está más delgada. Quisiera bajar de peso así de rápido.

— Es muy sencillo, consíguete un novio super guapo, espera un tiempo, termina con él ¡y listo! Bajarás de peso así de rápido.