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Capítulo 27

Nada, realmente no me quedaba nada en Japón. Todas las cosas y factores que me llevaron a tomar la decisión de quedarme, ya no estaban.

Tenía a mis primas, tenía a Mina, pero ellas podían vivir perfectamente sin mí y yo podía vivir sin ellas.

Pero entonces... ¿Qué tenía en Corea, a parte de ti Minho? ¿Ahora cuál era la diferencia entre Japón y Corea? ¿Qué podía ofrecerme uno que no tuviera el otro?

— Solo cierra los ojos — pedía Nayeon al otro lado de la pantalla.

— ¿Por qué? — le pregunté sin entender.

— Solo hazlo — insistió. Suspiré pesadamente.

— Te estás convirtiendo en mi video llamada más extraña — comenté mientras cerraba mis ojos. Los tuve cerrados por unos segundos.

— Listo. Ya puedes abrirlos — le obedecí y al hacerlo, vi a otra persona con ella. Era algo completamente inesperado para mí, pero fue algo que me hizo tan feliz en ese instante.

— ¿Jeongin? ¿De verdad eres tú?

— Sí, soy yo. ¿Me extrañaste?

— ¡Claro que te extrañe!

— No parece que me hayas extrañado. Dejé de recibir notificaciones tuyas — comentó refiriéndose al hecho de que no volvimos a hablar.

— Dejé de escribirte porque siempre me terminabas dejando en visto — le recordé mientras lo miraba mal y él se rio algo nervioso.

— Es verdad, lo siento. Olvidemos eso. Estoy muy feliz de verte.

— Sí, también estoy feliz por ello.

— Sabía que esto sería agradable para los dos — comentó Nayeon, con algo de sarcasmo.

— Necesito una explicación, ¿cómo es que los dos se conocen? — la explicación era que Jeongin se cambió de instituto, entrando a el mismo de Nayeon. Terminaron hablando casualmente y se dieron cuenta que tenían a un conocido en común, así que se hicieron cercanos. Erróneamente supuse que ese conocido en común era yo, por ello, no pregunté.

Empezamos a hablar los tres, a ponernos al día con lo que había pasado en la vida de cada uno durante ese último año. Todo iba bien hasta que llegó mi turno y tuve que recordar todas las cosas que habían sucedido, todas mis acciones y actitudes.

— Mai, de verdad no puedo creerlo. ¿En serio renunciaste a Minho por alguien más? — Nayeon preguntaba aquello dejando ver lo mucho que le costaba procesar mis palabras.

— Sí, pero después renuncié a él también. Así que... — no sabía qué más decir, conversar sobre ello me llenaba de tanta nostalgia, que no sentía deseos de seguir hablando, porque me sumergía en un montón de pensamientos que quizás no me hacían bien.

— Entonces, ¿ya no sientes nada por Minho hyung? — preguntó Jeongin. Me quedé en silencio. Yo tenía la respuesta, tenía claros mis sentimientos, pero no sabía si admitir aquello me haría bien.

— Mai, entonces todo lo que te conté en mis correos, ¿no te afectó? ¿No te dieron algo de celos? — Nayeon habló, diciendo algo que alteró de cierta manera mi interior. ¿Celos? ¿A qué se refería?

"... No puedo culparte por haber puesto tu atención en alguien más, porque yo hice lo mismo".

Entonces tu voz volvió a mí, con aquellas palabras.