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Capítulo 23

— ¿Qué? ¿Te quedarás a dormir en la casa de Mina? ¿En tu día libre? ¿Por qué? — Hyunjin me estaba haciendo berrinche mientras yo alistaba mis cosas para ir a la casa de Mina.

— Mina quería que hiciéramos algo juntas. Es normal, somos amigas — y aunque era verdad que iba a la casa de Mina, lo que yo estaba diciendo no era del todo cierto.

El día que me enteré que podríamos volver a vernos, no pude hacer nada Minho. Solo salí de la academia a aferrarme a los brazos de Hyunjin, tanto así que se quedó conmigo hasta que pude dormir. Cuando él me preguntó qué me pasaba, solo le dije que estaba sintiendo el cansancio y la presión por la competencia, Hyunjin trató de animarme y de hacerme sentir mejor, pero no importó cuánto hiciera él, en mi interior seguía aquel confuso sentimiento. Al otro día, Mina dijo que no había olvidado mis palabras, me contó que sus padres harían un viaje en unos días y ella se quedaría sola, así que me ofreció su casa y su compañía para que yo pudiera alcoholizarme y desahogarme con tranquilidad.

Prácticamente, Mina era la única que sabía realmente lo que me sucedía. Siempre fue fácil desahogarme con ella y decirle todo lo que sentía y pensaba sin ser juzgada o regañada, agradecía bastante que Mina fuera así.

— Lo sé, pero quería que pasáramos tiempo juntos — Hyunjin me hizo un puchero.

— Pero todo mi tiempo libre lo paso contigo.

— Lo sé, pero no es suficiente — chilló — Está bien, ve con Mina. Te estaré extrañando todo el tiempo, aquí, en la soledad del apartamento de al lado, el cual es muy frío. Estaré solito, esperándote, intentaré no llorar.

— Solo me voy una noche, no exageres — me acerqué para abrazarlo y darle un pequeño beso — Todo estará bien.

— De acuerdo, solo envíame un mensaje cuando llegues, antes de dormir y cuando ya vayas a venir. Solo con eso me quedo tranquilo.

— Lo haré, no te preocupes — me despedí, salí del apartamento y comencé el camino para ir a la casa de Mina.

Estando allí, le envié un mensaje a Hyunjin, tal como él me había pedido; acomodé mis cosas en la habitación de mi amiga y fui a la isla que estaba en la cocina, donde Mina había preparado algunos bocadillos y tenía varias opciones de alcohol para ofrecerme.

— No sé qué te guste tomar. A mi me gustan los vinos.

— Cualquier cosa está bien, mientras sea alcohol.

— Bien, te daré vino — Mina era una chica tan elegante, incluso para beber lo era.

Ella era una persona muy cuidadosa, no te mencionó a pesar de que tu eras la razón de mi estado emocional confuso. Yo tampoco lo hice, no me sentía lista ni tenía ánimos. Solo fui tomando copa tras copa mientras hablaba de cualquier cosa con Mina y la música de fondo nos hacía compañía.

Esas horas fueron agradables, incluso nos pusimos a bailar juntas. Mina y yo teníamos un gusto musical similar, así que resultamos haciendo karaoke, nos estábamos divirtiendo, pero en algún momento esas canciones me hicieron pensar en ti y cada vez eran más específicas con nosotros, con nuestra historia. Mi sonrisa se fue desvaneciendo, al igual que mi ánimo, el vino hizo efecto y esa canción no ayudó mucho. Las lágrimas comenzaron a salir de mí mientras cantaba, pero no pude llegar al final de la canción porque me desmorone, inmediatamente Mina fue a consolarme.

— No lo entiendo, no entiendo nada. No entiendo porqué me siento así, ni porqué mis sentimientos están de esta manera, no lo entiendo — solo lloraba sin parar y mi necesidad por estar más ebria aumentó.