Capítulo 33

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Perdonar cualquier cosa solo porque amas a esa persona, después de cierto punto, se convierte en algo humillante, algo que te lastima profundamente y deja cicatrices difíciles de sanar. ¿En qué momento me perdí tanto por ti, Minho? O más bien, ¿en qué momento te perdiste tanto? Supongo que los dos estábamos muy perdidos.

¿Cómo que lo hizo de nuevo? — preguntaba Nayeon cuando volví a su casa dos semanas después de haberme ido de esta.

Sí, lo que escuchaste — tomé un sorbo del vaso de agua que ellas me habían ofrecido en un intento de calmarme — Segunda sesión de fotos, segunda vez que llega ebrio, siendo cargado por Choi Yeonjun y An Yujin — dije molesta mientras me sentaba en el sillón.

¿Discutieron tan temprano? — preguntaba Mina mientras veía la hora en su reloj.

— No, no exactamente. Llegó tan ebrio e insoportable que lo dejé en la cama y me fui de allí — expliqué.

¿Cómo? ¿Llegó hace poco? — preguntó Nayeon sorprendida, asentí con mi cabeza.

Te prometió que no lo haría de nuevo, ¿cierto? — cuestionó Mina. Bajé mi cabeza.

No, no lo vi necesario, creí que no volvería a pasar — confesé. Ambas se dieron una mirada, sin saber qué decirme.

¿Por lo menos te avisó esta vez? — preguntó Nayeon.

Dijo que se quedaría máximo hasta la media noche — ambas pusieron expresiones que dejaban ver lo decepcionadas que estaban.

¿Quieres que te excuse en el trabajo? — me preguntó Mina, ya que ambas trabajábamos en la misma academia.

No, iré a trabajar. Solo necesito que me presten algo de ropa y que por favor me dejen estar aquí por unos días — pedí, estaba tan triste, tan desilusionada. No podía dejar de preguntarme por qué actuabas así, porqué cuando todo iba tan bien, cuando nos íbamos a casar, ¿por qué pasaba eso? ¿si quiera nos íbamos a casar? En esos casi 8 meses que llevábamos comprometidos, ni siquiera habíamos definido una fecha o charlado sobre cómo queríamos que fuera nuestra boda.

Sentí que nuestra relación se acababa, que todo se estaba arruinando y perdiendo entre nosotros, ¿y sabes cuándo había sido la última vez que tuve tal sentimiento? Cuando teníamos 16 años y Sana había aparecido en nuestras vidas. No era justo que casi diez años después, estuviera experimentando eso de nuevo. Ya no éramos niños inmaduros inexpertos en el amor, ¿qué sucedía?

No te preocupes Mai, estaremos aquí para ti — Nayeon intentó animarme, ella y Mina me abrazaron y yo, me sentía tan débil que lloré un poco mientras ellas me abrazaban.

No podemos convertir esto en un hábito, Mai — pero esa vez me buscaste más rápido. Al otro día me recogiste en mi trabajo y me invitaste a cenar.

Eso no depende solo de mí — resalté, lo entendiste, sabías que tenía razón.

Depende de los dos, lo sé. Yo no quiero que tengamos más problemas por esto.

¿No quieres problemas? Bien, no lo vuelvas a hacer o por lo menos, sé sincero conmigo y dime que te vas a embriagar hasta la hora que quieras y así dejo de estar toda la noche en vela, esperándote.

— Mai, cálmate, por favor.

— Estoy calmada, pero no puedo fingir que no estoy molesta contigo cuando lo estoy.

— De verdad lo siento, todo cambiará, no te volveré a preocupar de esa manera, lo prometo — me quedé en silencio. No sabía si debía creer en tu promesa, naturalmente siempre las cumplías, pero en esa ocasión no pude evitar sentir desconfianza.

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