Era de esperarse que luego de estar un año a tu lado, yo desarrollara sentimientos por ti, sentimientos que no eran solo de amistad. Era de esperarse, porque eras mi único amigo, nos veíamos casi a diario y la mayor parte de mi tiempo yo estaba contigo.
Nuestro primer año juntos siendo solo amigos, fue un año maravilloso. Un año lleno de momentos a los que no sabía que en el futuro iba a desear que volvieran.
El último año de la escuela media llegó, y aquella Ryu Mai de 16 años pensó que ese año sería igual que el anterior. Pero Minho, en un año las cosas cambian bastante.
—¡Ryu Mai! ¡Ryu Mai! ¡Ryu Mai! —gritabas mi nombre repetidas veces.
Habíamos salido de la escuela, ambos teníamos que ir a la academia de baile y yo iba más adelante que tú porque estaba enojada contigo.
—¡Deja de gritar mi maldito nombre! —me giré para gritarte eso y aquello acabó con tu paciencia.
Corriste hacía mí y tomaste mi brazo con algo de fuerza.
—¿Qué te pasa?, ¿por qué te estás comportando así conmigo? —preguntaste sin ocultar tu confusión, ni tu enojo.
Tenerte tan cerca descontrolaba a todo mi ser y desde el momento en que acepté mis sentimientos por ti, cada día se me hacía más difícil ocultarlos. Con tenerte al frente sentía mil impulsos y deseos, luchaba por controlarme, pero sabía que en algún momento no podría resistir la tentación.
Recuerdo que ese día analicé tu profunda mirada, esa que le daría miedo a cualquiera, porque cuando estás enojado eres el mayor peligro que existe. Analicé las facciones de tu rostro, incluso enojado eras tan jodidamente irresistible, y luego mis ojos fueron a tus labios. Si hubiera tenido la confianza y valentía para hacerlo, habría aprovechado aquella cercanía para jalar del cuello de tu camisa y atrapar tus labios con los míos. Tuve esos deseos en ese momento, pero también estaba enojada contigo y no podía reclamarte nada sin relevar mis sentimientos por ti en el proceso.
¿Qué me pasaba ese día? Fue en navidad que me di cuenta de mis sentimientos por ti, así que cuando volvimos a clases empecé a experimentar los tan famosos y odiosos celos, pues fui consciente de la cantidad de chicas que estaban tras de ti y ¿cómo no hacerlo? Es imposible ignorar tu belleza, pero esas chicas estaban dispuestas a ir por ti a como diera lugar. Sentía unos infinitos celos que se me calmaban cada vez que rechazabas a una de ellas, pero ese día le aceptaste una cita a la estudiante transferida, la chica que más inseguridad me causaba, porque sabía que a diferencia de las demás, yo no podría competir con ella y por eso me sentía tan molesta y en parte, herida.
—Odio que repitas mi nombre tantas veces. Odio esperar y odio llegar tarde —fue lo que te respondí, teniendo la esperanza de que te lo creyeras y no hicieras preguntas que me hicieran hablar de más.
Pero mi actitud no ayudaba, de verdad estaba tan molesta Minho, en especial tenía miedo de perderte y que esa chica te alejara de mí. Es triste saber que en parte tuve razón.
Tu expresión se relajó un poco luego de escuchar mis palabras, me mostraste esa sonrisa llena de maldad que solo tú tienes y luego, sin previo aviso, me rodeaste con tus brazos.
—Ryu Mai, Ryu Mai, Ryu Mai —repetiste mi nombre a propósito solo porque sabías que eso me molestaba, mientras una de tus manos jugaba con mi cabello despeinándolo, cosa que también odiaba y tú eras consciente de ello también.
—Lee Minho, Lee Minho, Lee Minho —te imité sin abandonar mi enojo y frustración contigo.
Dejaste salir esa carcajada característica de ti y te odié aún más.
ESTÁS LEYENDO
Obliviate | SKZ | LEE KNOW |
Fanfiction"Tus huellas se han convertido en una carga, en un virus doloroso, un virus incurable. Quiero olvidarte, pero tu imagen y voz están tan vivos en mí que, solo un mágico hechizo podría borrarte por completo. Por ahora solo me queda recoger mis tristes...