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Capítulo 21

— Harás aseo sola como castigo.

— Agradece que no le diremos a los tíos.

— No puedes volver a llegar tarde, por lo menos avisa la próxima vez.

— No te mandas sola Mai — al otro día tuve que aguantar los regaños de mis primas.

La sensación fue extraña, en Corea mis padres me castigaban todo el tiempo, pero esa fue la primera vez que tuve un castigo desde que había llegado a Japón. Me di cuenta que en serio me había esforzado para portarme bien.

— Estamos muy felices por tus notas, tus primas nos dijeron que incluso recibiste una medalla por ser tan buena estudiante — y las llamadas con mis padres estaban llenas de felicitaciones.

— Creo que puedes volver a Corea — comentó mi padre — Eso sí, debes seguir con el mismo comportamiento aquí.

— ¿En serio? ¿Puedo volver?

— Sí, termina tu año escolar y puedes volver. Solo quedan tres meses para que termine, ¿cierto? — ahí me di cuenta de lo rápido que pasaba el tiempo Minho. Sufrí profundamente tu ausencia durante cinco meses, pero ese sufrimiento fue pasando a segundo plano gracias a otra persona.

— Mai — mi papá ya se había despedido porque tenía que salir, creí que terminaría la llamada ahí pero mi mamá dijo mi nombre, ella esperó a que mi papá saliera de la casa.

— ¿Si?

— ¿Estás segura de que quieres volver?

— Ah, sí, estoy segura. ¿Por qué lo preguntas? — en el rostro de mi mamá podía ver que ella no estaba muy convencida.

— Te ves mejor en Japón. Mai, he pensado en esto todos los días. Sinceramente, me arrepiento de haberte traído a Corea, creo que no fue bueno para ti. Te han pasado tantas cosas, me sentí mal por ti. Ahora que estás allá y que te ves tan feliz y tan llena de vida, pienso que lo mejor para ti sería no volver — no sabía cómo procesar lo que mamá me había dicho.

— Pero quiero volver.

— ¿Segura que quieres volver? ¿O solo quieres volver por Minho?

— Estoy segura que quiero volver — hubo un pequeño silencio.

— Tu padre quizás no se haya dado cuenta, pero yo sí. No soy tonta Mai. ¿En serio vas a sacrificar tu felicidad en Japón por amor? — me congele al escuchar sus palabras.

— ¿Lo sabías? — ella asintió — ¿Cuándo te diste cuenta?

— Después de que terminaste con Yongbok, no buscaste consuelo en Minho que se supone era tu mejor amigo, te alejaste de Minho como si él te hubiera hecho daño en su lugar. La actitud que tomaste, al inicio creí que fue porque tu primera relación había terminado, pero luego me di cuenta que todo era por Minho. Lo confirmé en el aeropuerto, la manera en la que los dos se miraban, me dolió con tan solo observarlos.

— Ah, esto es incómodo.

— Mai, una vez ya renunciaste a Japón solo por Minho, ¿estás segura que vale la pena hacerlo de nuevo? — no, realmente no estaba segura.

— Dejemos el tema aquí, aún tengo tres meses para decidir — el problema era decidir, estaba tan confundida, no sabía lo que quería.

— ¡Mina! — corrí a abrazar a mi amiga — Te ves tan linda hoy, ¿por qué eres tan linda siempre? — ella era mi compañera nueva. Había llegado a mitad del curso, pero tan pronto la vi, conecté con ella. Nos llevábamos muy bien. Casualmente asistíamos a la misma academia, solo que ella estaba en el programa de ballet.