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Capítulo 31

— ¿Cuántas veces tendremos que hacer esto? — se cuestionaba Nayeon. Algo comprensible, no era la primera vez que nos teníamos que hacer cargo de un Jeongin ebrio.

— No lo sé, pero tenemos que estar con él. Algun día dejará de sufrir por Jisung, pero mientras, hay que apoyarlo — comenté para luego acercarme a tomar uno de los brazos del menor. Nayeon rodó los ojos con fastidio y luego se dispuso a tomar el otro brazo del chico.

Era increíble el hecho de que pasé de ser una chica solitaria que tenía una vida de mierda, a tenerte solo a ti para finalmente, estar cargando a un chico inconsciente que me ganaba mil veces en peso. La vida daba muchas vueltas. Bueno, se sentía bien estar rodeada de personas que me querían y podía considerar mis genuinos amigos, a pesar de todo.

Claro que me hacía feliz el hecho de tener a más personas especiales en mi vida y que después de tantas cosas, pareciera haber un poco de calma y control en mi día a día, algo en donde mi vida ya no parecía ser un gran drama y ahora eran mis amigos los que vivían cosas dignas de uno. Así era, así se sentía, pero todas esas cosas no iban a opacar el hecho de que tú eras mi jodida prioridad, el centro de mi mundo y tristemente, la fuente de mi estabilidad emocional.

— Hay dos cosas que no puedo comprender — comentó ella mientras conducía. Habíamos tenido éxito en subir a Jeongin al auto de Nayeon.

— ¿Qué cosas?

— La primera es el amor adolescente. Viendo a Jeongin, Minho y tú, ¿por qué el amor adolescente tiene que ser tan intenso y tan sufrido? De verdad no lo puedo entender — ahí fui yo quien rodó los ojos.

— Es porque no te ha llegado la hora aún. ¿Qué es lo otro?

— ¿Cómo terminé siendo amiga de ustedes? Es otra cosa que no puedo comprender — me comencé a reír. Nayeon tenía esta personalidad brillante, divertida y juguetona, pero a la vez era alguien cálida, que te protegía a su manera. Para mí no era tan extraño el hecho de habernos vuelto amigas, pero si fue algo inesperado para las dos.

— Es por tu amor al chisme que terminaste involucrada con nosotros.

— ¿Está mal querer mantenerme informada? Por cierto, ¿por qué no llamaste a Minho? Nos habría sido de gran ayuda con bebé pan.

— Se fue de viaje con la familia de Changbin.

— Oh, verdad que son muy buenos amigos.

— Son casi mejores amigos, si no fuera porque Jisung aún ocupa ese lugar, a pesar de que ya no se hablan.

— Tener a dos chicos sufriendo por Han es tan difícil — lo fue, de verdad lo fue — Por cierto, las cosas entre ustedes van bien, ¿cierto?

— Sí, de hecho, estoy sorprendida de que vayan tan bien — esa era la verdad.

Darnos esa oportunidad en un inicio no fue tan sencillo, había varias heridas y resentimientos del pasado, pero poco a poco todo empezó a fluir entre nosotros. Nunca volvimos a ser los de antes, pero tampoco nos estábamos esforzando por ser aquello, de hecho, nunca más volvimos a buscar ser los de antes. Ahora éramos un nuevo nosotros, escrito desde cero y supongo que era lógico buscar eso, ya teníamos 18 años y quizás debido a ello pudimos dejar muchas cosas atrás.

Aprendimos mucho con todo lo que habíamos pasado y cada día aprendíamos más cosas ahora que estábamos juntos. Nos prometimos ser sinceros con el otro, ser más directos con las cosas que sentíamos, ser diferentes a lo que ya habíamos sido con los demás, con nosotros y eso estaba funcionando.