Capítulo 10: Recuerdos.

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Una buena comida después de una gran borrachera siempre ayuda a pasar la resaca y el malestar, al menos para Débora que se ve que era a la que menos le afecto. Digamos que es la costumbre.

También prepare algo para ayudar al desvelo de Nana y Lilith y probablemente Lula.

Solo sé que las presentes, luego de sus comidas se sentían mucho mejor, y Lula se nos unió poco después, por lo que solo faltaban la grandota y la despechada.

—Menos mal que no eres muy bebedora Nana, de lo contrario quien sabe que despelote se hubiese hecho en esa fiesta anoche.

—No espere que ellas se fueran a poner así, por suerte ya muchos e habían ido para ese momento.

—Haa... al menos. Ahora lo que me está comiendo las ideas, es el que le paso a Infinity, ¿por qué empezaría a llorar de la nada?

—No lo sé, solo sabemos que en un momento estaba bien, y al otro empezó a llorar mucho.

—Se le veía muy triste Lex. Como si fuera recordado algo reamente doloroso o a alguien, estaba devastada mientras lloraba.

— ¿Sera que recordó cosas de su vida pasada?

Yo tengo recuerdos vagos, pero lo mío se debe a la simple y llana razón de que pase tanto tiempo solo, que los recuerdos se fueron haciendo borrosos en mi cabeza, pero de vez en cuanto uno salta en mis neuronas con fuerza y dependiendo de que sea, me puede hacer feliz, o que me deprima feo. Y creo que ese fue el caso de Infinity, pero para ella solo fueron cinco años... además Infinity no recuerda como murió... tengo que indagar sobre eso.

—Ahora con lo de Safira, tendré que tener una conversación con esa dragona, pero ya será luego. Pero chicas no se enojen con ella, son solo sus instintos. Los dragones son codiciosos, no es de sorprender que para Safira yo sea el tesoro más raro del mundo, y el que no me quiera compartir. Pero se le pasara con el tiempo. La rabieta fue porque estaba ebria y simplemente se le salió lo que tenía guardado, eso es lo peligroso de estar muy ebrio, te hace sacar muchas cosas que tienes guardadas.

Infinity y Safira aparecieron como para las dos de la tarde. Muy desaliñadas y desorientadas. Tanto que ni siquiera nos dijeron nada, fueron derechito al baño a quien sabe que cosas. Apareciendo como media hora después, un poco más arregladas, pero igual se les notaba lo mal que estaban en la cara.

—Buenas tardes. Qué bueno que por fin decidieron unirse a nosotros el hoy.

—Mi Rey me duele mucho la cabeza... y me siento muy mal...

—No me sorprende, luego de todo lo que hiciste anoche, solo a ti se te ocurre, ponerte a beber así solo porque sí.

—Creí que sería divertido...

—Haaa...

Pose mi atención en Infinity. Su mirada estaba perdida en el infinito, sus orejas gachas, y su expresión terminaba de explicarme todo.

—Infinity... ¿qué te paso?

—Lex... justo ahora no quisiera hablar de eso... tal vez luego...

—De acuerdo. Pero por lo menos come algo ¿sí? Debes tener el estómago vacío. Nana me dijo que noches tu estomago regreso todo.

—Bien...

La comida caliente y hecha con cuidado por mí, la ayudo a sentirse mejor, al ver a las presentes se ve que la mayoría no tenía disposición de hacer algo, por lo que solo las deje a su cuenta. Yo por mi parte empecé a preparar mis cosas para mi próximo viajecito.

—Para ayudarlas a hacer tiempo mientras no estoy, les dejare a todas un entrenamiento para hacer, eso les ayudar a entretenerse los días que no este. Cada una domina bien sus habilidades, pero no su fuerza al usarlas, así que trabajaremos con eso, Lilith y yo entrenamos arduamente su dominio en el mana hasta un punto casi exacto, y creo que les vendría bien a todas una repaso de eso. Ya que su mana ha estado creciendo mucho y muy rápidamente, en especial tú Safira, tienes un desbordante mana, si lo liberaras todo de golpe podrías hacer añicos todo este palacio.

Life Reform.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora