No miento al decir que las castigadas temblaban durante su desayuno, el implantarles un gran miedo resulto muy favorable, lo que hará todo mucho más divertido.
Como dije antes, el conteo de todo lo llevara el cuerpo de Nana y el afrodisiaco que le puse en su comida, el leer ayuda a saber que ciertas plantas se pueden usar de maneras especiales en ciertas especies, y justo ahora, bebo mi café mientras no le quito el ojo de encima esperando que todo empiece a hacer efecto.
—Gracias por el desayuno. Yo me regreso a la Biblioteca, tengo mucho que revisar y hacer hoy, espero que tengan todos un agradable día. —Despidió la lamia antes de irse. Por el tono en que lo dijo casi parece que lo fuera dicho con intenciones de aprensar más la tensión.
En cuento Nana termino su desayuno, sabía que tenía unos cuantos minutos para que las cosas se pusieran interesantes, así que empecé a movilizar las cosas.
—Safira, necesito que vengas conmigo. —Se tensó al escuchar mi llamado, pero solo obedeció poniéndose de pie para seguirme a la habitación.
—Pobre Safira... —Escuche susurrar a Infinity mientras miraba a las demás.
Ya solos, y a puertas cerradas, podía notar la angustia en la cara de Safira.
—Es la primera vez que te veo así ¿sabes?
—Mi Rey yo...
—Tranquila, no planeo torturarte como lo hice creer ayer, pero tampoco te lo tendré fácil.
Saque las que serían las cosas con la que aplicaría su castigo y deje que ella las viera con algo de confusión.
—Mi Rey... ¿Por qué está esa cosa en la silla? —Pregunto al ver el dildo ya pegado al asiento.
—Quítate las pantys. —Pedí sin cambiar la serenidad de mi cara.
—... Sí.
La normalmente vanidosa Safira, ahora era tímida he insegura, debo decir que verla así me gusta, pero sé que todo se debe al miedo a lo desconocido.
En cuanto se quitó su ropa interior me la enseño para dejarla caer al suelo seguidamente de verme algo temblorosa.
—Hmmm creo que primero debemos prepararte antes que todo.
Seria ya mucho de mi parte simplemente decirle que se siente así sin lubricar primero.
Me acerque a Safira y le pedí que bajara la cara hasta mi altura, y en cuento lo hizo la tome de la nuca para estamparle un gran y fogoso beso.
Debo excitarla a la antigua, no puedo usar afrodisiacos porque de lo contrario no podrá concentrarse en su tarea. En cuanto acepto gustosa el beso y se relajó, pose ambas manos sobre sus grandes pechos para empezar a masajearlos y apretarlos mientras la escuchaba jadear entre nuestro beso.
—Eres una dragona bastante sensible Safira. —Burle al pellizcar un poco sus pezones por encima de la ropa. — ¿O tu cuerpo responde solo a mí?
—Haa... Mi Rey...
Con solo ver su expresión sé que ya se entregó, por lo que solo sonreí y con una de mis manos fui bajando en su ignorancia hasta llegar a su entrepierna, y al apartar la ropa frotar su caliente vagina.
— ¿Lex qué? ¡Ahh! ¿Estás haciendo?
—Jejeje solo juego un poco contigo.
Literal.
Atacando sus puntos sensibles fieramente, pude ver como Safira se perdía lentamente en el placer mientras dos de mis dedos estaban dentro de ella revolviendo todo y con el pulgar acariciaba su clítoris como su fuera el pad de un control de PlayStation.
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Life Reform.
Pertualangan¡Hey tu! si tu, ven te invito a leer las locuras que hago y las cosas que me ocurren en este gran y mágico mundo, lleno de Monstruos, waifus, mas waifus, y muchas aventuras por hacer, vamos, se que quieres hacerlo, puedo verlo en tus ojos y en tu bo...