Life Reform.

Capítulo 15: Lex usted es Diabólico.

Lula y yo hicimos tantas cosas estando allá que fue difícil y largo de explicar a las chicas todo eso.

En cuento me quite los vendajes y todas pudieron verme los nudillos, se dieron cuenta que no estuve allá solo perdiendo el tiempo, me quedaron bastantes marcas que si bien Nana pude eliminar, me gustaría dejarlas en mis manos a si fuera por un tiempo, para recordar que debo esforzarme sin abusar de mis habilidades.

Explicarles lo que paso dentro de mi psique fue un tanto complicado pero se los resumí en que aleje todas esas voces que siempre estaban dando lata en mi cabeza y que ya no iba a molestar más. Eso las tranquilizo mucho a todas, deben creer que con eso deje de estar loco, que ilusas.

Como no podíamos mostrar lo que habíamos aprendido con tan poco espacio, las demostraciones quedarían para luego de sus castigos, los cuales ya tengo preparados, solo debo crear unas cuantas cosas para poder efectuarlos de manera adecuada. Y no serán para nada castigos suaves, algunos podrían considerarse perversos, y tomando en cuenta que los maquine yo, lo hace aun peor.

Las chicas se ven bastante afectadas por lo de mi pelo, es como si no se lo creyeran, puede que fuera algo excesivo pero ya lo hice al fin y al cabo, no estoy jugando con lo de su castigo, y eso se los dejo claro.

Luego de almorzar me dispuse a salir por un rato para la mala cara de todas.

—Ya regreso solo serán unos minutos, quiero ir a saludar al Emperador ya su esposa, no tardare mucho. —Aclare al ver como ninguna me quería soltar las ropas.

—Chicas no hagan que Lex se enoje de nuevo. —Ayudo Infinity al verlas con seriedad. —Ya se calmó, ¿o lo quieren ver cómo hace rato?

—No...

—Ya regreso.

Con calma salí y avance por ese camino que ya me sabia seguido de Lula hasta llegar a la sala del trono, encontrándome con toda la familia reunida.

—Príncipe Lex... que cambiado se ve. —Comento la Emperatriz al verme.

—Seguro es la falta de la coleta y nada más, porque para notar un cambio en un elfo, hay que esperar siglos.

—No un cambio físico, su aura se siente diferente, he incluso se ve más sabio y fuerte que antes.

—Eso no puedo negarlo, ir a ese lugar nos fue muy provechoso a Lula y a mí, aprendimos mucho y estoy seguro que las Princesas también.

—Justamente nos estaban hablando de eso.

— ¿Cómo se siente Emperador? feliz de tener a sus hijas de regreso.

—Más de lo que puede creer, no creí que el que las alejaran de mí, pudiera afectarme tanto.

—Cosas que pasan. Solo quería venir a saludarlos y ver como estaban.

—Príncipe. Ahora que ya termino sus tareas por aquí. Se ira ¿cierto?

—Así es, en unos cuantos días nos pondremos en marcha.

— ¿Reconsidero lo del compromiso con nuestras hijas?

La atención de toda la familia se posó en nosotros al decir la Emperadora eso.

—Son buenas chicas, en este viaje pude descubrir eso, son atentas, cuidadosas y no temen ensuciarse las manos si deben hacerlo, el viaje también les cayó muy bien a ellas. Escuchen. Justo ahora, no puedo darles ni un positivo ni negativo, debido a la cantidad de cosas que tengo por delante, no tengo cabeza para eso ahora. Esposarme y llevar a su hija conmigo seria mantenerla en un riesgo constante, cosa que no quiero para ella.