Yo soy una mala influencia, eso siempre lo he tenido presente desde que deje la biblioteca, tengo el poder de hacer cambiar a la gente.
Con Lilith he sido lo más responsable posible para que la luz de mis ojos crezca como una señorita recatada, de buenos modales, lista y fuerte. Pero a las demás innegablemente se les pegaron varios de mis malos hábitos. Porque digo esto. Pues porque en el rato que Safira fue completamente derrotada por un tronco, esas mujeres estuvieron sonriendo, riéndose, y con una satisfacción en sus caras. El sufrimiento de Safira les dama alegría, y dado lo que paso entiendo el porqué.
Safira salió bastante golpeada de su primer día, ya que si un solo pilar le partió la Madre, el segundo la termino de patear en el suelo, casi literalmente. Y adivinen quien tuvo que lidiar con su nueva esposa llorona y quejumbrosa.
—Estas bastante golpeada, ¿qué no sabes que entre más duro golpees el pilar más fuerte te regresara el golpe?
—Es que... Es que... —Chillo mientras lloraba y yo le limpiaba las heridas de la cara, tiene muchas y unos moretones bastante feos.
—Creo que lo primero que Lilith y yo debimos decirte es que aquí, la ira no te llevara a ningún lado, ni la ira ni la fuerza bruta, esa es una lección que todas aprendieron, incluyendo tu Madre.
—Pero Gracias a Lex, lo entendí pronto, no como tu cachorra mía. —Aclaro Sara al acercarse con unas gasas para tratar con las heridas de Safira.
—Estas sanando rápido, pero a tus habilidades les tomara un rato ponerse otra vez a toda su capacidad. Dependes demasiado de ellas Safira, y eso es algo muy malo.
—Pero no es para eso que las tenemos.
—En parte es cierto, pero estas bastante equivocada mi Reina, veras por mas habilidades que tengamos, nunca debemos dejar de lado nuestro yo primario, nuestras fuerza base, porque esa es la fuerza que nunca nos va a fallar cuando todo lo demás lo haga. Debes fortalecer tu fuerza primaria así como todos tus instintos, de lo contrario al pelear en un lugar donde no las tengas, bueno tu cara y cuerpo son un claro testimonio de lo que te puede pasar.
—Safira escucha a Lex, él es tu Maestro. Créeme que no eres la única que paso por esas heridas, todas lo hicimos y fue por la misma razón que tú, por confiarnos de nuestras habilidades.
Sin poder contradecir a su Madre, Safira solo hizo pucheros todo el rato, todo el ego que tenía se fue después de la humillación que le dio un tronco.
Dejándola a ella de lado, las demás tuvieron un progreso muy formidable con su entrenamiento, y que quiero decir con formidable, pues que esas rocas estaban empezando a ceder, y Celes hoy sobresalto al usar todo lo aprendió en un movimiento firme y conciso partiendo la roca que le di en mil pedazos. Pese a su seriedad y la cosa, Celes celebro como una cachorrita contenta. Fue muy lindo verla, y sigo sin poder grabar esas cosas ¡por falta de una puta cámara!
Si Celes lo consiguió entonces falta poco para que las demás puedan, y así iniciar la última fase de su entrenamiento.
Ya después de atenderle a Safira y de convencerla que fuera a que su Madre le diera algunos consejos, termine en mi oficina trabajando en algunas cosas con ayuda de Lula.
—Hmmm creo que todo por aquí está en orden Lula, todo está yendo según lo estimado, la gente está feliz, y la Ciudad crece un poco cada día.
—Eso es bueno Maestro.
—Sip, y si las cosas están así, eso significa que pronto podremos irnos.
— ¿Cree que sea prudente?
—Lula no podemos quedarnos aquí para siempre, hay muchas cosas que hacer, y aquí todo está muy bien de hecho.
—Pero ¿y el otro Reino?
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Life Reform.
Adventure¡Hey tu! si tu, ven te invito a leer las locuras que hago y las cosas que me ocurren en este gran y mágico mundo, lleno de Monstruos, waifus, mas waifus, y muchas aventuras por hacer, vamos, se que quieres hacerlo, puedo verlo en tus ojos y en tu bo...