Life Reform.

Capítulo 29: Acercándose el peligro viene ya.

Creía saber más de ella de lo que suponía, pero la verdad estaba sumamente equivocada.

Lo confirme cuando ella me conto por qué estaba allí, y el porqué estaba llorando, y siendo sincero, cuando me lo contó me sentí mal por haberla tratado como lo he hecho todo este tiempo.

Hace tiempo atrás, tuvo una fuerte discusión con su Madre y se alejó de ella un tiempo, en ese tiempo la falta de sangre la debilito a tal punto que no representaba una amenaza para nadie y fue cuando le paso una cosa horrible.

A Débora la violaron dos aventureros que la encontraron en una cueva durante el día, ambos hombre abusaron de ella hasta que uno cometió el error de querer divertirse con su boca y fue cuando sus colmillos hicieron su trabajo, con sangre ya en su sistema, los dejo como masas de carne amorfas, pero ya el daño ya estaba hecho, herida, cansada, traumada y vulnerable, regreso con su Madre para darse cuenta que esta no estaba, y en su lugar solo encontró una nota de alguien que decía lo que le había ocurrido a ella.

En su búsqueda tuvo que viajar mucho, pero debido a lo que le paso empezó a repudiar a cualquier ser que se le acercara que fuera hombre, al punto de ni siquiera dirigirle la palabra a ninguno, hasta encontrar a quien rapto a su Madre, él mismo que le dijo que tenía que tomar un lugar como general si quería verla de nuevo, lo que nos lleva a los hechos que todos ya conocemos.

El punto aquí es que Débora paso por una cosa horrible y aparte del maltrato y abuso de su propia Madre, eso fue lo que género que se hiciera tan cerrada a las personas, por no decir, distante de ellas.

—Débora... lo siento yo no tenía idea de que algo así te había pasado.

En todo el rato que me contó eso, no se separó de mi pecho ni un solo momento, todo lo contrario se aferró más a este sin intensiones de querer soltarlo.

—No tenías manera de saberlo...

—Fui tan malo contigo, sin saber de verdad por lo que estabas pasando, que idiota fui, espero puedas disculparme.

—No hace falta que te disculpes.

—Si hace falta Débora, fui un idiota muy injusto contigo, sin tener verdaderas razones para serlo, eso me hacer ser la peor escoria entre las escorias.

—No digas eso...

Apretó más su abrazo a mi pecho para elevar sus brillantes ojos hasta encontrarse con los míos.

—Tú eres diferente...

— ¿Diferente?

—Hasta que te conocí, vi la vida con dolor.

Ay Juan Gabriel, sal de ese cuerpo.

—No podía hablar con nadie, y no toleraba que ningún hombre me tocara, pero cuando te vi ese día, vi algo que no vi en nadie más.

Un elfo encabronado con muchas ganas de matarte, recuerdo ese día como si fuera sido ayer.

—Eres diferente, eres muy diferente a todos.

Puede porque este medio loco.

—Por alguna razón, siento paz cuando estoy contigo, me siento cómoda, me siento tranquila, siento que nada me va a pasar, sentí eso desde que te vi esa noche en la posada, cuando nos llevaron a ambos a la posada, las demás me hicieron contarles que había ocurrido exactamente, y yo les conté todo, y les conté él porque estaba allí en primer lugar, y al ver que no les mentía, ambas me ayudaron a tratar las heridas que me hiciste durante la batalla.

Sí, ni Luke ni yo nos contuvimos mucho.

—Debido a la falta de espacio nos dejaron en la misma habitación, y yo fui vigilada por tu Lobo, y fue cuando te vi allí reposando, en ese momento sentí que eras diferente al resto, con solo verte sentía una gran paz, que hasta ahora no había sentido.