Capitulo 23: Tú Pesar

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Varios de los vikingos que observaban a los jóvenes entrenar, notaron como de la academia salió disparado el pequeño Hiccup después de realizar otro acto sorprendente, esto sin duda se añadiría a su popularidad.

Hiccup estaba bastante ajeno a como los pueblerinos comenzaban a susurrarse entre si quién sería el estudiante digno de ir contra el verdadero premio gordo que residía encadenado a la jaula principal de la academia.

La voz ya comenzaba a correr por la aldea, aunque él castaño aún no sabía en qué se había metido, en su mente aun debía ir al prado para hablar con Toothless seriamente.

Para concretar esa misión que se había decidido a realizar Hiccup tuvo la astucia de ir hasta el muelle del pueblo donde tomó sin permiso, por no decir robo, un gran botín que habían traído Bucket y Mulch de su paseo matutino al mar.

Hiccup sentía algo de remordimiento por robar comida de su gente pero consideraba aquello como un recurso más que suficiente y justo para que Toothless le perdonará.

El jovén tenía aquellos pensamientos mientras se metía a escondidas al bosque, solo que cargando una cesta bastante generosa de pescados, siendo difícil disimular está entre la maleza entre el sendero.

Igualmente el muchacho tomo el camino largo hasta el lugar donde había dejado a Toothless, sitio al que llegó después de un rato.

Decidido a entrar Hiccup deslizo la cesta de pescado por el agujero antes de entrar, hasta que de pronto el castaño se detuvo frente al umbral que daba paso a la cueva que se terminaba dentro del claro.

Extrañamente sentía una presión en el pecho que no había experimentado desde la primera vez que entro ahí, su corazón latía con fuerza, tenía nervios de como reaccionaria Toothless al verlo nuevamente, aquello era lo que más le preocupaba.

Después de ver cómo un dragón había dejado al ganado del pueblo por qué la bestia sentía que podía ser cruel y grotesco, el chico volvía a temer por su vida al estar junto al Night Fury.

Hiccup tocaba la funda de su cuchillo en el pantalón temiendo que debía usarlo, pero después de tomar aire con fuerza.

Dejó caer el cuchillo con su funda en el suelo fuera de la entrada, confiaba en Toothless y se mantenía firme en aquello. Por lo tanto al fin decidió entrar.

El pasillo de la cueva aunque estrecho, esa vez se sentía extremadamente largo, sin embargo al respirar nuevamente el mismo se había hecho más pequeño.

Todo era cuestión de la percepción de Hiccup por los nervios, pero relajarse le ayudaba a no caer presa del pánico. Hasta que vio dentro del claro.

No había rastro de Toothless, el sitio se veía sucio, la arena fuera del lago tenía pisadas desordenadas sobre ella, había trozos de tela entre el pasto, los arbustos y del árbol donde Toothless había subido colgaba en una rama la capa que había usado el mismo aún más rota que el día anterior.

— ¿¡Toothless!?, ¿¡Estás aquí!? — El castaño decidido grito con fuerza estando dentro del sitio, camino hacia el centro recogiendo algunos trozos de tela del suelo.

El chico bastante distraído no había notado que su amigo si estaba ahí, le observaba desde una rica alta. Aquel chico de cabello negro cuál carbón bajo del terreno elevado en forma cuadrupeda, comportándose como su especie.

Cuando en moreno se acercó lo suficiente este se levantó, marcando su altura contra la del más pequeño entre los dos, este mismo sintió un escalofrío que lo hizo voltear levemente y ver a Toothless.

Al verlo el chico no pudo evitar caer sobre si trasero, la apariencia que tenía el dragón era agresiva, su pelo estaba desordenado, tenía sangre en la boca, sus vendas estaban sueltas y colgaban de su ala, solo tenía un pequeño trozo de tela rota que rodeaba su cuello.

Susurros NocturnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora