Capítulo 3: Murmullos

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La noche avanzaba con normalidad, su oscuridad cubría el cielo que se iluminaba por estrellas a la distancia y una amable luz proveniente de la luna que alumbraba el camino de aquellos que seguían despiertos a esas horas.

Desde la costa salía una tenue niebla que se acercaba el pueblo por sus cercanías al mar y el viento era frío por la época del año, muchos de los habitantes de la isla dormían plácidamente preparándose a partir al día siguiente en una nueva búsqueda del nido de los dragones y entre todos los Vikingos de la isla que estaban dormidos se encontraba Estoico el Basto que lideraría la exploración y también padre del joven Hiccup.

El cual había perdido el sueño poco tiempo antes y ahora escuchaba los fuertes ronquidos de su progenitor que se encontraba en otra habitación, el chico pensaba ligeramente en la ironía de su padre como mejor guerrero de la isla y también el mejor roncador de esta misma, pues ni su tío o primo hacían sonidos tan fuertes al dormir aparte de eso el muchacho también tenía intenciones de dormir denuevo pero no lo lograba, algo no se lo permitía, pues él ya había cambio de posición incontables veces durante un largo tiempo y aún así no lograba entrar en el reino del sueño otra vez.

Ya casi dándose por vencido Hiccup sintió un murmullo casi espectral en su oído lo cual causó que se estremeciera un poco al sentir escalofríos recorriendo su espalda el hecho de ese sentimiento no duró mucho y no se alarmó demasiado hasta que tiempo después volviera a sentir el mismo murmullo en su pequeña oreja que el cabello cubría.

Ligeramente intrigado por la procedencia de este sonido el muchacho miro su alcoba con curiosidad tratando de buscar si el sonido provenía de dentro de su propia morada.

La oscuridad del interior no le molestaba y parecía que su visión era mejor sin embargo al no encontrar nada inusual el chico se levantó de la cama y sin cambiar su ropa, salió rápidamente de su cuarto en silencio para no despertar a su padre, que aunque tuviera el sueño pesado no le haría gracia ser despertado a esas horas por una tontería como escuchar susurros por ahí.

Al final Hiccup salió de su hogar y miro los alrededores en busca de aquello que le llamaba la atención aún teniendo su recién descubierta buena visión a oscuras más al no encontrar nada solo se dispuso a volver a su alcoba sin causar ruido y recostarse denuevo para recuperar el sueño perdido ya todo sería mejor en la mañana se dijo para sí y volvió a caer rendido sobre su cama y profundamente dormido.

Al soñar tenía leves sensaciones de estar en el bosque, corriendo por los prados e incluso ir volando en el cielo, si que tenía sueños extraños este jóven aunque sus sueños al final también fueron intencionalmente detenidos por alguien que gritaba desde el piso de abajo.

Ya era de mañana y el muchacho aún dormía como era de costumbre, más ahora no había despertado solo si no qué lo hicieron despertar y tenía que hacerlo rápido y así decir adiós a su padre que partiría al mar denuevo.

El castaño ya levantado de su cama se vistió con su ropa usual y bajo las escaleras para ver a su padre ya preparando sus objetos para la incursión.

Hiccup sorprendido por la velocidad con la que su padre estaba dispuesto a salir se despidió de el rápidamente deseándole suerte para acto seguido ir al lugar donde sus entrenamientos serían realizados ya que no tenía otra opción.

Al salir de su casa y cuando paso por donde estaba su habitación se encontró en el sueloescamas con tonos morados.

Él sin tomarle mucha importancia las recogió y siguió su camino y mientras caminaba por el pueblo vio como los gemelos también se dirigían a donde le habían dicho a el.

Posiblemente Gobber comenzaría a entrenar nuevos guerreros de la siguiente generación y vaya que tenía buenos prospectos todos los chicos de la aldea que lo molestaban serían sus compañeros qué sorpresa que era para el así que ignorando ese hecho solo siguió disfrutando el paisaje en lo que el llegaba al lugar indicado y después de pasados varios minutos llego.

Susurros NocturnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora