Susurros Nocturnos

Capitulo 37: Fuera de control. (1)

Eso había sido raro, pensaba para si el pequeño vikingo una vez volvió a su aldea. Ya que ahora la aldea tenía un toque de queda no podía llegar tarde o enviarían a todos a buscarle.

— Se veía tan contento cuando le entendí. — Pensó mientras suspiraba, no pudo evitar sentirse culpable por dejar a Toothless.

— Espero que Astrid lo haga sentir mejor mañana que es su turno. — Intento calmarse un poco pensando que quizá su nueva amiga podría imaginar alguna forma de alegrar al dragón.

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<Time Skip a la mañana>

Un gritó algo fuerte en el gran salón saco a varios vikingos de su almuerzo, no esperaban que una chica tan joven fuera capaz de sonar tan fuerte.

— ¿¡Qué quieres que haga qué!? — Fue lo que exclamó alertando a todos.

— Shhh no tan fuerte... — Rogó el castaño mientras se encogia un poco. — Se que es malo pedirte que te saltes el entrenamiento... Pero Toothless estaba muy triste y yo ya no puedo saltarme las clases de Gobber. — Reveló derrotado dejando caer su cabeza de lleno contra la mesa.

No duró mucho pues la levantarla tenía ojos suplicantes para su amiga. — Porfavor Astrid... ¿Nos harías este favor a los dos? —

En respuesta recibió un filetazo en la cara.

— Por favor para eso es vergonzoso. — Reveló Astrid siendo ahora ella la que se encogia para cubrir a Hiccup y que no les vieran y pensaran que era otra cosa.

Después de unos segundos la chica siguió hablando. — Está bien, solo está vez. Pero te toca reparar mi hacha las próximas cinco veces. —

Al concocer el precio de este "favor" Hiccup casi llora pues la chica tenía la costumbre de dejar tan maltrecha su hacha que repararla era un suplicio, y hacerlo cinco veces sería bastante complicado ya que vería su trabajo arruinado esa cantidad de veces. Al no tener otra opción acepto.

— ¡Si! — Grito la chica triunfante. — Lo hubiera hecho de todos modos pero eres muy fácil de manipular. — Le susurro a Hiccup que se mostró algo enojado ya que su rostro se puso algo rojo.

La rubia río ante eso y se tomó su jugo de un trago azotando la jarra en la mesa, provocando eco en la sala.

— Bueno me voy, tengo que ir a sobornar a Cubo para que me dé una canasta de pescado. Otra vez. —  Ante eso Hiccup se dio cuenta que quizá tenía que buscar otra forma de darle de comer al dragón pues no podía seguir dejando a la aldea sin alimento.

Posiblemente la solución más indicada sería crear algun invento que pudiera dejar a la deriva pero que lograste recuperar. Alguna canasta con una buena soga y cebo podrían servir.

Y cuando se dio cuenta que estaba metido en sus pensamientos Astrid ya se había ido, de hecho casi todos se habían retirado.

Desesperado se levantó al recordar como le tocó escuchar los sermones de Gobber por faltar al entrenamiento, además de la amenaza de ser el quien se encargaría sin ayuda de la forja en el ataque de la próxima luna llena.

Sin más que hacer Hiccup salió disparado del gran salón, los transeúntes ni pudieron saludarle ya que a lo mucho vieron una mancha verde por la caracteristica camiseta del hijo del jefe. Aunque no le dieron importancia pues las campanas de la academia habían sonado y sabían que iba tarde, algunos sintieron lástima por el ya que conocían de que trataría el entrenamiento de ese día.

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Al llegar a la academia Hiccup la notó diferente. Podía sentir que algo estaba fuera de lugar. Eso era raro tomando en cuenta los previos entrenamientos donde se modificó la arena a conveniencia.