Capítulo 36: Habilidad.

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<Pov Narrador>

Ya había pasado casi una semana completa desde aquella noche en que los chicos habían regresado triunfantes del bosque. Según los chismes del pueblo fueron atacados por un susurro mortal y salieron victoriosos.

Ahora mismo aquellos héroes estaban entrenando, al parecer se les dio permiso de acabar juntos con el Gronkle que tenían atrapado. Por suerte gracias una distracción de Astrid le dio tiempo a Hiccup de rascar el espacio donde los dragones se suelen desmayar y así evitar un derramamiento de sangre inecesario.

Claro que ambos hicieron parecer que un buen golpe del hacha de la chica dejo fuera de combate a la bestia. Pero como no se dieron cuenta siguieron con su acto.

Sin embargo mientras esto pasaba un dragón particular se sentía extraño en su claro dónde vivía atrapado. Así que porque no vemos que le sucede.

[Pov de Toothless]

Desde aquel día que la chica se volvió una de sus visitantes diarias el dragón se había sentido mucho más meloso en cercanía de su amigo castaño y renegaba cuando se iba de su lado.

Hiccup por su parte igual se notaba distinto cuando estaba cerca de su draconiana compañía, aveces reía sin ningún motivo y otras veces no dejaba de acurrucarse contra el dragón.

Toothless aún no conocía bien ese comportamiento pero gracias a Gothi podía entender de que se trataba, quizá su amigo sentía algo más por él y ojalá fuera el caso.

Aunque terminó concentrándose nuevamente pues Hiccup venía, podía sentir su aroma acercarse y ahora le tocaba seguir con el juego que se habían inventado, dónde el dragón se escondía para sorprender al vikingo.

Cuando le vio entrar se puso en posición de brinco, estaba punto de hacerlo pero Hiccup se volteo rápidamente y le hablo.

—Buen intento amigote, pero ya me sabía ese truco, lo hiciste hace dos días. Esto provocó un poco de enojo en él ya que no pudo sorprenderlo como hace varios días pero aún así aceptó la canasta de comida que yacía a sus pies.

—No seas llorón grandote, la próxima busca un mejor lugar. Replicó Hiccup a su actitud, por su parte le dio con la cola en los pies para que se cayera y ya no le hablara sobre eso.

Todo eso si que paso he hizo enojar al chico provocando un puchero de su parte.

—Muy maduro señor Fury, o más bien bebé Fury. Mencionó quejándose nuevamente, aunque cuando se relajaron Hiccup se acercó a revisar su ala.

—¿No has probado hacer algún vuelo? Así podría saber si necesitas más tiempo con estás cosas. Explicó el chico nuevamente pasando sus dedos con suavidad en el ala rota del dragón.

Por su parte se encogió un poco, la verdad no había tenido la idea de volar pues sabía que si podia hecerlo debía de regresar al nido de una vez sin chistar. Cosa que no le agradaba mucho.

El castaño notó su incomodidad así que le pasó la mano por la frente escamosa que tenía hablándole tranquilo para que no se preocupara.

—Esta bien, hazlo hasta que te sientas listo.

Por esa respuesta el dragón no se pudo contener y salto sobre el vikingo al que comenzó a lamer con emoción, se sentía tan bien que no le obligaran a hacer cosas que le ganó la emoción.

Hiccup por su parte se quejaba, adoraba también las muestras de afecto, aunque ahora por cualquier cosa Toothless se lanzaba y era difícil convencerlo de detenerse.

Por suerte no hubo tanta dificultad en lograrlo ya que logró atinar su lado donde al rascarlo dormía, por lo que al hacer eso el dragón se detuvo, Un embargo el vikingo no tomo en cuenta que caería sobre el.

Susurros NocturnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora