Capitulo 29: La Calma

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Ese día un ruido familiar en la puerta de su hogar provocó que Hiccup despertará de su plácido descanso, a duras penas el chico logro incorporarse.

Estuvo unos segundos sentado en las orillas de su cama, parecía que el chico estaba en un trance, que fue roto por otro golpeteo a la puerta un poco más agresivo.

Hiccup de un salto se levantó completamente por semejante sonido, con dificultad el chico iba bajando la escalera de forma torpe maldiciendo en su mente por no ponerse sus botas ya que el suelo de madera de su casa ya le había causado varias heridas, a duras penas termino de bajar mientras se ponía un pantalón para cubrir sus miserias y atender la puerta.

Una vez el mismo estaba frente al portal de su casa procedió a retirar el seguro de metal y abrir la puerta, la luz del sol perforó sus ojos y le aturdió levemente hasta que pudo distinguir la figura que tocaba la puerta con tanta insistencia.

Se trataba de Fishlegs el cual había sido recibido por un Hiccup cuya mirada cansada, cabellera despeinada y falta de camiseta le hicieron intuir que no había llegado en buen momento.

El regordete chico paso cuando el más delgado le permitió la entrada a su hogar, ahí con más calma porfin podrían hablar, Hiccup empezó a hablar ya que saludo al otro no sin antes ofrecer algo como anfitrión de esa reunión inesperada.

Fishlegs negó el querer algo del hijo del jefe más que una charla amistosa. Cosa que Hiccup aprecio puesto que por sus continuas visitas a Toothless había olvidado reabastecer de provisiones.

El castaño ofreció asiento al rubio, el mismo se notaba cansado puesto que al verlo bien no parecía que el mismo había tocado la cama en toda la noche esto porque su apariencia era mucho más andrajosa que la de Hiccup.

De hecho Hiccup mantenía algo de distancia se su compañero, el mismo aparte de verse mal no tenía el mejor de los olores, era una mezcla de vikingo con el olor a encierro del gran salón.

Por hospitalidad Hiccup no podía hacer nada más que disimular, igual el no podía quejarse ya que había recibido a su amigo con solo unos pantalones. He igual por respeto no podía retirarse a cambiar hasta que el otro se fuera.

Decidido a aguantar el encuentro el chico tomo una profunda bocanada de aire y se sentó a acompañar al visitante que se notaba nervioso.

- Y... ¿Que te trae a estas horas por acá? - Fue la pregunta que Hiccup soltó para comenzar una conversación y responder la duda que tenía.

- Bueno anoche que te conté mis teorías sobre que pasa con los ataques al ganado y salí del gran salón no fui a mi cabaña. - Contesto lentamente Fishlegs para después seguir hablando.

- Decidí aprovechar la noche y revisar en los registros más antiguos, fue ahí donde encontré esto. - Dijo triunfal mientras extendía un pergamino en la mesa.

El mismo se veía viejo, el color amarillo del papel lo demostraba, esto sumado a qué se veía maltratado, las orillas fueron víctimas de las ratas y las letras apenas se podían observar.

- ¿Y todo esto que tiene que ver con lo que hablamos ayer? - Preguntó Hiccup que tocó el papel suavemente para intentar descifrar lo que decía.

- Eso, mi amigo... - Respondió Fishlegs con una mueca se superioridad.

- Es algo que aún no descubrí - Finalizó el muchacho con una risa nerviosa.

El castaño por su parte no pudo evitar sentirse algo decepcionado y levemente molesto debido a que el otro le había despertado así de temprano por algo tan insignificante.

- Iré con Gothi, ella seguro sabe algo, ¿Vienes? - Interrogó el invitado al dueño de la cabaña mientras se levantaba de la silla enrollando el papel que enseño.

Susurros NocturnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora