En las profundidades del bosque siniestro de Berk la gigantesca criatura similar. Auna serpiente espinosa se arrastraba, al parecer la zona era muy difícil de maniobrar para volar por lo que se movía lentamente.
Al parecer no estaba solo pues en la punta de su cola un Tiny Terror estaba siendo sujetado contra su voluntad. El pequeño se veía magullado y herido a más no poder aunque mantenía su espíritu.
Cada que el pequeño luchaba por liberarse la muerte susurrante hacia sonar sus dientes de sierra para dar una advertencia.
Cuando esto dejo de funcionar solo apretaba un poco su agarre y limitaba el aire al pequeño que por este motivo dejaba de moverse. Molesta la criatura de quejó.
- Seguí tus indicaciones al pie de la letra y aún no hay nada.
Se quejó la criatura serpentoide.
- No has buscado bien cabeza dura.
Vocifero el pequeño con algo de orgullo en su voz. Ante esta respuesta su captor le acercó a su rostro para que le viera a sus ojos blancos.
- Llevamos días en el mismo maldito bosque de la misma maldita isla.
- ¡Eres un terror terrible para ubicarte!
Furioso por el comentario estrujó al pequeño que perdió el aire rápidamente, pero al entender que debía mantenerle con vida se relajo y siguió avanzando.
Era difícil saber si ya era de día o de noche en esa zona, la naturaleza frondosa evitaba la luz tanto del sol como de la luna, así que siguiendo las indicaciones del pequeño dragon verde se adentro.
Pasaron algunos minutos, quizá horas haciendo aquello, en ese momento comenzó a notar la similitud del lugar y furioso de pensar que estaba siendo engañado para revisar en círculos casi lo llevo a devorar al más pequeño y molerlo con su boca llena de dientes serrados.
Pero algo le detuvo. Un aroma familiar que extrañaba tanto pero están sucio, se sentía continado con el aroma de... Vikingos...
Ignorando cualquier idea de no usar us alas ahí alzó el vuelo y con dificultad llegó a dónde sintió el aroma. Pudo observar algunas pisadas y el olor de la sangre humana.
Dos aromas eran muy familiares, su más amada posesión junto al mocoso que le daño. Pero el tercer aroma dueño de esa sangre era nuevo.
Ahora consciente que le habían mentido llevo a la pequeña criatura que aún tenía sujetada cerca y le amenazó.
- Dime dónde está.
Al no recibir respuesta alguna mostró una sonrisa tenebrosa en su boca llena de dientes y soltó una oración tenebrosa y oscura.
- Bueno. Si así quieres jugar. Vamos a jugar.
Al grito ahogado del dragón pequeño volvió a ser lo único que se sintió en aquel bosque oscuro hasta que el silencio sepulcral se asentó en la zona nuevamente.
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Dentro del corazón de una isla gris que parecía carecer de vida se encontraba una regente en su morada, dentro del magma de su guardia estaba alimentándose la gran muerte roja, ella disfrutaba de la gran calidez que le brindaba la incandescente sangre del volcán, aquella monarca opresora que no se movía para nada más que para castigar a aquellos que no lograban traer tributo.
Cómo en ese momento, después de un gran festín de peces, ganado y algún que otro vikingo sintio un mal sabor de boca ya que uno no logró cumplir la cuota y como era costumbre para demostrar quién mandaba la gigantesca criatura emergió de aquel líquido ardiente para desaparecer al infractor de un solo bocado.
Solo que esta vez no se sumergió, ya que había salido después de días debía investigar un poco, observando a su alrededor busco a su más leal sirviente sin éxito.
Está decepción causo que la bestia posara sus seis ojos entre sus demás súbditos, ahí notó a una "Monstrous Nightmare" que no logró ocultarse a tiempo. Esta la notar que no podría alejarse tuvo que postrarse ante la reina.
La presión que ejercía sobre si provocó que el reptil mantuviera la cabeza baja y así demostrando sumisión total por fin se comunicó lleno de temor.
- M-mi reina... ¿C-cuales son sus órdenes?
Para responder la más grande de las bestias en el volcán emitió un bufido que asustó aún más al que estaba frente a ella. En este sonido venía su respuesta.
- ¿¡Donde está mi verdugo!?
- A-aún no a regresado. M-mi señora.
- Que curioso, nunca había fallado en traerme esos bocadillos llamados vikingos.
La criatura medito un poco, suspirando con furia lanzo una poderosa llamará había el cielo provocando que los demás comenzarán a escapar, al finalizar se dejó caer nuevamente en el volcán salpicando lava a sus alrededores, aquel que fue interrogado apenas logró moverse para evitar un golpe del líquido.
Entre el calor del corazón del volcán comenzó a pensar. ¿Sería posible que su estrella asesina le traicionase? Después de todo siempre quería estar cerca de esa basura nocturna.
Aunque todos creían que semejante criatura no podría salir de su escondite, estaban equivocados ya hacía algunos años perfeccióno una salida para que sus esclavos no le vieran y utilizándolo salió a la superficie de la isla.
Ya que había desestimado a todos los dragones de la isla podía pertirise aquello, por lo que se dirigió a aquel lugar que le confirio al de menor rango en la colmena.
Ni tubo que moverse mucho para encontrar ese sitio, fue el lugar donde su batalla se llevó a cabo y salió vencedora. Adquiriendo sin querer dos dragones nuevos a su nido.
Con desden miro el lugar donde el "Night Fury" dormía el aroma de su clase maldita apestaba aquel lugar que alguna vez considero un buen recuerdo.
Sin embargo también notó el aroma de su verdugo, comprendía que tuviera cierta fijación con esa carga de escamas negras, pero nunca entendió ese cariño repulsivo que tenía con ese estorbo.
Cómo regente tenía una conexión con todos sus súbditos, al menos los que eran parte de su nido. Y podía asegurar que tanto su verdugo como el Fury seguían con vida.
La union con el segundo podía ser más débil pero a lo que no encontraba explicación era a esas aveces dónde ese lazo débil se perdió y el porque había regresado hace unos días.
Pero lo que menos lograba poner en su lugar era la idea de sentir SU presencia una vez más. Pues estaba segura de haberle visto una vez mientras dormía.
Enfadada dio un coletazo una de las paredes de donde estaba, causando un estruendo en la isla, este derrumbe acabo por destruir la pequeña guarida donde el Night Fury vivía, la ira era inconmensurable, ese maldito bastardo se había atrevido a dejar la isla sin su permiso.
No era como que le importase si algo le sucedía a esa cosa ya que su juramento estaba por terminar y no tendría que brindarle más asilo, pero tampoco podía permitirle seguir con vida.
Molesta por la idea de que podía haber sido traicionada y además su mayor rival están vivo le provocó un odio intenso pero debajo de esa fachada de fuerza se encontraba la verdad pues sabía que un Night Fury tenía capacidades únicas.
Por eso mismo, que él siguiera vivo era tan malo pues a su edad a amenaza nocturna era la única que podría provocar en aquel monstruoso monarca un Miedo Real.
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Hemos regresado gente, después de estos mesesitos vuelve susurros.
Para regresar pues este capítulo corto pero que expande un poco que hacen estos dos antagonistas miebtras sucede todo o de la historia principal.
Sintonicen para el próximo capítulo y presten atención que esté capi de relleno será importante más adelante. UwU
Comentarios plzz ya saben lo adicto que soy a ellos.
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Susurros Nocturnos
FanfictionBerk una gran isla habitada por Vikingos, el líder de la aldea Estoico el Basto lleva años buscando el nido de la plaga que ataca a su pueblo desde generaciones antes, dragones, bestias feroces sin sentimientos que siempre atacan a matar, el líder E...